Un modo de mirar que ya no se usa

Gloria Gómez Guzmán

 

Probablemente (el poema es un espejo) inútil

I

busqué un espejo para encontrar allí mi rostro

arrastré mi personaje en calles invadidas por mohosos edificios

entre dos larguísimas paredes que arrojaban certidumbres en quiebra

busqué un espejo y di con dios

con mi padre pescando en altamar

con el odio magnífico de los adolescentes

con tus ojos que a nadie importa si perdieron fuerza

 

Gloria Gómez Guzmán

 

Go, my songs, seek your praise from the young
and from the intolerant

Ezra Pound

 

PROBABLEMENTE (EL POEMA ES UN ESPEJO) INÚTIL

 

I

busqué un espejo para encontrar allí mi rostro
arrastré mi personaje en calles invadidas por mohosos edificios
entre dos larguísimas paredes que arrojaban certidumbres en quiebra
busqué un espejo y di con dios
con mi padre pescando en altamar
con el odio magnífico de los adolescentes
con tus ojos que a nadie importa si perdieron fuerza
con los que se van para encontrarse
y terminan confusamente derrumbados
en un asiento de autobús urbano

busqué un espejo para encontrarte
muchacha abandonada a la suerte de todos
ferrocarril que pita largamente antes de entrar al mar
torpe animal de vigilia que preserva la furia

busqué en brumosos baldíos donde arrojan cadáveres
busqué en los miles de rostros distanciados
en las manos de la pesadilla viva hundidos
en la aguja hiriente de la muerte
bajo el foco sucio de la soledad impuesta 
en mis ojos donde he visto
los crímenes de todos

 

II

 

me derrumbé una vez y otra
y en la otra decidí que abandonaba
pero no pude
volví en mí
y me encontré buscando
(en el barco que zarpa rumbo a la tormenta
encima de las esperanzas canceladas
desde el óxido que permanece insomne
en todas las propuestas de reanudación del sueño
bajo el transcurrir perpetuo del aplazamiento
lejos de las manos de los otros
con los restos de mi sucio sueño de color añil
desde el último refugio contra toda la tormenta)
sólamente un espejo
ese espejo donde mires
te mires
nos mires
y no entiendas

 

sucia gente sin sueños tropieza conmigo
cada mañana de invierno tibio
recorro miradas y agonizo
quién ha puesto tanto gris en risa
ruido   huellas
qué les hizo tanto daño
yo no pude ser carlitos marx
soy tan solo una poeta
y amo a toda esa basura

 

 

porque no duermen ellos si no hicieren mal
y pierden el sueño si no han hecho caer;
porque comen pan de maldad
y beben vino de robos.
Proverbios de Salomón

 

yo canto contra aquellos que se apoderaron de la realidad y el sueño
y nos dejaron fuera
contra aquellos que erigieron los imperios
donde perecemos en esclavitud y olvido
los que han borrado todo rastro de amor de nuestras caras

yo canto contra los que tienden cerco de muerte
en el camino de la vida
los que piensan que pueden arrojar nuestra memoria
más allá de la sobrefaz de los abismos

yo canto contra aquellos que perecerán en su violencia
aquellos que serán hartos de sus propios caminos
los que no serán ahítos sino de su propia sangre

 

“Y TODA LA NOCHE LLOVIÓ SOBRE NOSOTROS”

para Carlos Monsiváis,
              si lo quiere.

I

no estuvimos nunca junto a las argivas naves
resplandor terrífico de los escudos
combatiendo por helena

nuestro destino no fue dispuesto
desde el olimpo
por zeus tonante

nuestros ritos no exigen hecatombes
-apolo mintió a tetis la suerte de aquiles-
las mujeres nuestras no han bordado hermosos peplos
en honor de palas atenea
y jamás enviamos odiseos a las ítacas que no tenemos

aquiles no ha muerto entre nosotros
ningún héctor ha emprendido la defensa de nuestras ciudades

no podemos cantar esa epopeya

 

II

soy de una patria desamparada
ajena

mi patria es una calle sin salida
una broma asqueante de la historia
una cólera embrutecida descargando puñetazos
contra su propio pecho

mi patria es un destino signado por un dios sin dedos
una bandera para la causa de los canallas
una mano y esa cara alargando todo el desamparo hasta tu culpa
un muelle donde ratas huyen en barcos inmaculados

mi patria es un indígena ebrio en la carretera 85
una canción de josé alfredo jiménez en la rocola de un bar mugriento
una casa de madera amenazada por el ciclón de septiembre
un marinero acostumbrado a navegar en barcos que naufragan

mi patria es un cachorro de leopardo en la jaula razonable
un edificio del que nadie sale ileso
unos ojos de mirar rompiendo un cuerpo
las huellas de la infamia que esos ojos no cesan de mirar
la verguenza   el desaliento   el odio

la alegría animal de penetrar
con el cuerpo desnudo
en la violenta desnudez de padre océano

mi patria es un tallo desde su árbol
verde y espeso de niebla
todo el añil
un mar amanecido y rompiéndose
un almácigo de lunas solas
un piar dulcísimo de pájaro que sobrevive
una canción besada sobre el vientre de los sueños sin futuro

inerme y rodeada por la muerte
mi patria
habla el bruto y desolado lenguaje de la espera
pero su gente ya no sueña que amanezca
porque en mi patria
la noche fue forzada a devorar al sol

 

III

porque somos inermes
porque no tenemos
porque a muerte nos fue quitado
porque así dieron su daño y fuimos quietos
porque es tizne a nuestras caras
el horror y el desamparo en que nos vemos
porque a tal suerte nos hemos avenido
alegrando con cantos al Dador de la Vida
a El
que pone fuerza en los ojos
de todo lo que merece vivir

IV

y es que nunca fuimos dueños de nuestro destino
nunca probamos el sabor de absoluto que tiene la libertad
(¿estoy hablando de mi patria?)
(¿estoy hablando de mí?)
cuántos ejércitos vinieron a sitiarnos
cuántas vidas destinamos sólo a la resistencia
(estoy hablando del pasado)
(estoy hablando del presente)
mirad la salud de nuestros muertos
contemplad la devastación y la ruina
(estoy hablando a los que viven)

V

óxido sobre obsidiana
que ayer no sea otra vez la huída

óxido sobre obsidiana
que en nosotros sea posible al espíritu
sostener su soledad y la nuestra

óxido sobre obsidiana
que una recia andanada de arcoíris caiga
en toda nuestra noche

 

soy ninguno de los otros
y de mí no encontré el rastro
viví en los tiempos de la gran desesperanza
en los días de las sábanas sucias
ondulando en triunfo

yo crecí entre himnos
que chorreaban sangre
entre niños que morían con el vientre hendido
y permanecí impasible

desconfiad de mí
gentes del futuro
os he dicho que he vivido
en los días de nadie

porque nadie hubo un resplandor como del sueño
para abatir las máscaras
y no había humanos para construir un acto
que hiciera conmover las eras

encima de los días brillaban
plomizas
las encías de la angustia
lo verdadero fue borrado
arteramente
de las frentes vivas
humanas piernas sustentaban
pálidos colgajos de la muerte

es cierto que he llorado
y mis lágimas no me redimieron
pues hube llorado por mi suerte
sin saber que mi suerte
era la de todos

me he perdido
soy los otros

dije amar y nunca di otra cosa que cadenas
dije y creí –lo creí-
que era libre
porque nadie veía las murallas
que nos mantenían afuera de nosotros mismos
mudos y aterrados
en este margen desolado del tiempo
aquí
donde el curso de la vida encalla

 

LOS POBRES DEL MUNDO PREGUNTAN

qué nos toco del sueño
de las manos que era necesario haberse
para jalonarlo

qué supimos por amor
qué de la piedad
qué por gozo

qué nos fue dado saber de la espera
(ese resplandor que nos retiraría la noche
para dejarnos tibios a merced del alba)

qué nos fue dado conocer de la noche
si no fue nuestra nunca
la perfección del día creciente

 

AGUA FIRME

aunque de nada sirva gritar
que tú y yo
hicimos de la vida
un sitio demasiado hostil para la vida

aunque ya no quede nada por decir
y no me salve
ni tú

aunque vengan a decirme
que la poesía no importa

aunque no importe

 

AGUA QUIETA

 

estas manos ya han metido
suficiente ruido
entre las líneas

 

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