Por José Luis Domínguez
James Blake Miller,
bravo muchacho de Kentucky,
perdido entre las calles devastadas,
entre los escombros de Fallujah,
tomado a sangre y fuego centímetro a centímetro.
No sabías,
no imaginabas
que la serena frescura de tu rostro,
a pesar de la constante lluvia de metralla no muy lejos,
se habría de volver la más famosa,
la más codiciada,
en esa historia sórdida de la guerra tejida allá en Irak.
Te sentaba bien ese uniforme camuflado de arena y viento,
ese chaleco antibalas;
te sentaban bien, marine, tu casco y tu barbiquejo,
tu cigarro marlboro,
tus ojos cafés y tu mirada nostálgica,
perdida en el primer crepúsculo.
Las jóvenes mujeres en edad casadera
preguntaban por tu nombre al ver tu rostro en todos los periódicos,
y muchas madres confundían el rostro de sus hijos con el tuyo.
Todas querían tener en casa un James para su uso personal e íntimo,
todas soñaron varias noches con un héroe de bolsillo made in Kentucky.
Pero la fama,
a qué dudarlo,
no es tan noble y gentil dama como todos suponen;
detrás de la estela que deja su paso,
lleva arrastrando su propia factura.
La fama,
esa maldita perra,
esa maldita prostituta,
es una víbora siempre dispuesta a morderle el calcañar a uno.
Serían los tuyos, James, más de quince minutos de gloria,
y Andy Warhol se revolvería en su tumba
al enterarse de pronto que habías roto las expectativas.
¿Creíste, James, que el infierno empezaba en Fallujah,
entre las fatigas constantes y dolores,
entre el fuego y el humo pertinaz,
entre los escombros y las casas de adobe que habían quedado
milagrosamente en pie
después de la refriega?
Convéncete, James Blake Miller,
Sargento Marlboro,
Marine del primer batallón de la compañía Charly,
que abrir las puertas de tu casa para enlistarte en la milicia
fue como abrir las puertas del infierno.
Sobreviviste, James,
es cierto,
pero no saliste del todo indemne, ileso…
¿Lo recuerdas, James?
¿Lo recuerdas bien?
Fue al enfocar tu mira telescópica,
bajo la presión de un fuego cruzado, aquella mañana sofocante,
cuando viste emerger de entre los restos de automotores destartalados
aquella cabeza de cabello oscuro y rizado,
y confundiéndolo con un enemigo,
con un rebelde sunita quien defendía su tierra, su casa, su familia,
le volaste los sesos con una bala silbante a más de trescientos metros por segundo,
con tu rifle de asalto M-16.
¡Sólo tenía siete años, James,
y el cabello más hermoso, más negro y más rizado que cualquier otro niño en Fallujah,
y su piel era aún más tersa que los pétalos más finos
de todas las estrellas del desierto llamadas rosas de Jericó,
y se llamaba Hammet,
y tenía los dientes más blancos que las perlas del océano,
y era un niño listo,
un niño alegre,
e iba en segundo de la escuela elemental!
¡Pobre de ti, James!
¡Creíste que el infierno en Fallujah se quedaría en al-jumhuriya-al-iraquia,
o enterrado bajo los escombros de la estatua de Saddam Hussein!
¡Creíste que el infierno se quedaría allá,
en el otro continente,
con el mar de por medio!
¡Pero te equivocaste, James,
el infierno te lo has traído a casa, James,
y nunca, James, nunca,
podrás salir de él!
José Luis Domínguez. Escritor polígrafo nacido en Cd. Cuauhtémoc, Chihuahua, 1963. Es promotor cultural desde 1992, cuando funda el primer Taller literario en su comunidad. Coordinó el grupo filosófico de los Neoexistencialistas y el taller literario “Scripta manent”, hoy llamado “Octavio Paz”. Ha coordinado los talleres literarios en las ciudades chihuahenses de Jiménez, Delicias, Guerrero. Ha fundado, coordinado y sido colaborador de varias revistas literarias del norte de México.
Libros: «Jonás», 1996; «Quinteto para un pretérito», 2000; «El jardín del colibrí», ensayo literario, 2002; el poemario «Los dedos en la llama”; crónica y memorias «El Barrio Viejo de mis recuerdos», 2006. El libro “Diez leyendas de Cuauhtémoc”, 2007. En 2008, la editorial canadiense Lettres des forges le publica “El amor es un tibio, tierno cuerpo de mujer” en francés y español. También aparece el libro “El amor destruye lo que inventa” en el sello de la editorial de la Universidad Autónoma del Estado de México. Sus textos poéticos también han sido traducidos al inglés y al griego. En el 2009, la editorial veracruzana de Orizaba, Letras de Pasto Verde, le publica el cuadernillo de poemas titulado “Homenajes”. En el 2012, la editorial de la Benemérita Universidad de Puebla le publica el poemario “Palimpsesto”. En el 2013 publica el libro 12 Leyendas de Cuauhtémoc”. En el 2014 publica su poesía reunida “Los dedos en la llama”. En 2016 publica los libros “La otra historia de los menonitas”, “Manual de Poética para Universitarios” y “Dèja Vu y otros cuentos”. Desde hace ya varios años ha trabajado fomentando los cineclubs en varios cafés y restaurantes de su comunidad, además de ser el editor de los trabajos literarios de los alumnos del taller que coordina en su comunidad.