Por Renée Nevárez
Eres mi Ganesh, mi piel estriada
mi pata de elefante, mi telaraña
eres la gustosa ensambladura
de un enjambre de dientes de granada.
El sonido y las letras de tu nombre
fronteras desparejas
crecen en mí por la raíz de su nadir, abajo
y por el cenit, con un dedo en alto, arriba
al engañoso cielo.
Por Renée Nevárez
Eres mi Ganesh, mi piel estriada
mi pata de elefante, mi telaraña
eres la gustosa ensambladura
de un enjambre de dientes de granada.
El sonido y las letras de tu nombre
fronteras desparejas
crecen en mí por la raíz de su nadir, abajo
y por el cenit, con un dedo en alto, arriba
al engañoso cielo.
La mera línea que demarca su distancia
las une y las propaga
en la unicidad del retacerío.
La población de tu nombre, piel de jirafa
crece bullida en mi boca y no se toca
pero topa y se colma,
a sí mismo se colma, me colma, flúa y zoa.