Perros
Bernardo Pérez Goodman
Hay perros que no duermen y están inquietos
¿A qué le ladran estos perros?
A algunos excita los aromas de la noche, la proximidad de la lluvia, las
estrellas desprendiéndose del firmamento.
Perros
Bernardo Pérez Goodman
Hay perros que no duermen y están inquietos
¿A qué le ladran estos perros?
A algunos excita los aromas de la noche, la proximidad de la lluvia, las
estrellas desprendiéndose del firmamento.
No gustan de los forasteros, así, muchos persiguen las
sombras deslizándose por las paredes
los gatos pulgosos en las azoteas.
Otros a la luna. O a su recuerdo. A la muerte inminente. A los
cascarones de los pensamientos que los hombres dejan caer de día.
A sus compañeros, que les imitan. Envían mensajes
a sus perras lejanas
Periféricos, avenidas humosas.
Les brillan los ojos. Saltan jubilosos alrededor
de sus propias huellas
Enredan sus patas, olfatean los rincones
ladran porque extrañan no verte.
No saben que los hombres temen a la noche.
Le ladran a los sueños, a los perfumes de las flores
a la tierra húmeda, al trozo de excremento que alguno ha dejado
en mitad de la calle.
Aullan sus profecías de mañana, son los agoreros
de la imaginación No tienen memoria, nunca aprendieron
a sonreír
No te piden un hueso para contarte la buena fortuna
Vienen y se van
Dicen que ven al diablo. Yo creo que lo que ven
Son los espantapájaros de mi miseria.
El alba llega
Los perros duermen
Hermosos perros Perros de inmemorial tristeza
Luis Bernardo Pérez Goodman. Vive en la ciudad de México, estudió Antropología Social en la ENAH, ha trabajado como promotor cultural, vinculado a la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México durante aproximadamente cinco años, en el programa Libro-Club. Actualmente es profesor de lengua inglesa de manera autónoma. Obtuvo un premio de poesía en el certamen de la «Flor Más bella del ejido» 2004 en la delegación Xochimilco y que fue publicado por el Instituto Mora en colaboración con la misma delegación.