Brannan León
Antes que nada/ quisiera pedir una disculpa/ Disculpen
estas letras no son un poema/ a esta hoja/ le apodo Poema
digo le apodo/ cómo a las piedras se les puede nombrar Cucarachas
a las cucarachas/ Cucharas/ a las cucharas/ Estrellas
las estrellas en el firmamento/ el firmamento en un plato de cereal
leche/ miel/ azúcar/ sin estructura/ sin geometría cósmica
sin acumulación originaria de los medios de producción
He de sugerirle a usted/ ustedes/ los que escuchan
porque tienen oídos/ Dirijan su atención/ a otro lado
a una plática/ esto ni siquiera es un mal poema/ Y si se acuerdan de un chiste
Yo seguiré parlando/ algo habrá que hacer/ con estos tres minutos
No ganare el premio universitario de poesía/ dice mi maestra que soy malo
No malito/ ni malote/ Malo/ simplemente malo
este apodo me lo clavo el David/ lo tatuó en la piel/ en la calle
en la cripta de mármol/ allí donde todos los caballos comen álfala
Alfil/ Peón/ Reina/ Rey/ jaque/ maté/ té/ café: aguas negras del imperialismo:
“Muy buenos días estimada clientela/ ya llegamos/ esta es
su activación/ despertando lo rico de tus costumbres/ Recuerde
que en la compra de sesenta pesitos de “Nescafè Dolca”/ les entregamos veinte pesotes
en una vale de despensa/ y la oportunidad/ para que gane con nosotros
en este sencillo juego de destreza/ que consiste en meter/ esta pelotita
en cualquiera de las circunferencias/ todas las circunferencias/ tienen
premio/ todos los premios usted se los puede llevar/ a casa
Hornos de microondas/ sartenes/ cucharones/ licuadoras
Y la fabulosa televisión led de treinta y dos pulgadas/ Recuerda”/ aquí estamos ubicados:
En la puerta de acceso
a hogar y electrónica
de una tienda “Wal-Mart”
donde ví
a una niña con leucemia
Y te imagine Paulina
adornada con una sonrisa
que sustituiría
cualquier cabellera
Del libro: Paulina es la new María