Poemas de Svetlana Garza
Ilustraciones de Mario Mendez
El Alebrije o poema de opción múltiple
Dicen que solo existes en mi mente
pero llevo las marcas de tus ______________
Dentelladas
Lengüetadas
Asfixias
Zarpazos
Otra: _________
para probarte verdadero.
Convertiste mi piel en cofre
donde resguardo incansable tus
Plumas
Pezuñas
Molares
Uñas
Pinzas
Otra: _______
con los que llenabas mis______________
Ansias
Ganas
Nalgas
Horas
Acantilados
Otra: ___________
Que esperas para venir a _______________
Envolverme
Enrollarme
Embalarme
Vendarme
Cercarme
Circundarme
Sitiarme
Acorralarme
Otra: ___________
En tus __________
Brazos
Alas
Escamas
Tentáculos
Fauces
Lenguas
Armas
Ancas
Sábanas
Otra: ____________
Que ganas de ensalivarte todo
Desde el
Pico
Asta
Aleta
Exoesqueleto
Caparazón
Torax
Hasta la ___________
Médula
Aleta dorsal
Penúltima raya
Última escama
Otra: ___________
Jálame del cabello hasta que
Relinche
Barrite
Cante
Aúlle
Implore
Grazne
Tararee
Otra: ___________
Pero si no vas a volver nunca
Al menos
Enhébrame
Traspásame
Perfórame
Hiéndeme
Horádame
Remáchame
Empálame
Ensártame
Cálame
Picotéame
Taládrame
Engárzame
Traspásame
Acribíllame
Socávame
Trepáname
Barréname
Todas las anteriores
Una última vez.
El Jitanjáfora o poema de unir las líneas
Jitanjáfora del pantano
Pentadáctilo anfibio
Verdugo invertebrado
Cefalópodo maniatado
Ceratomorfo rinosediento
Animal retórico
Depredador bífido
Acefáleame y dementórame
Jjitanjafloréceme y enlodazame
Estampídame las costillas
Desabréchame el torso
Labiodiéstrame y lenguarazme
Úrdeme y sofocávame
Enséñame quién manda
Poema diagrama de flujo
El Alce
Cérvido ungulado
y tu huella ungulada en mí
Si no me dejas marcas en la piel
¿Cómo voy a saber de dónde vengo?
Si no me embistes con tus astas
¿Cómo vas a saber quién es el hombre?
Nunca aprendiste a hablar
pero te oía:
Tu balido,
berrido,
ronquido,
bramido,
como un tañer de campanas
interrumpiendo la madrugada,
ofreciendo tu badajo…
Rumiabas las palabras,
maltratador pasivo,
en vez de a mí,
todo armazón y espinazo
para mis dientes.
Tu corteza helada
tus botas vaqueras
a tus pies, mi piel de cirio
hundida,
deliciosamente
hundida
de pezuñas y cornamenta.
Cuando el alce me dio la espalda
me puse a lamerla,
a escribirle:
“no te vayas”
con la lengua.
Su piel dura y fría
por más que mi saliva
quiso ablandarla,
su espalda escarpada,
su espalda litósfera,
relieve terrestre,
su espalda…
el sello de mi mordida
donde nunca puede verlo.
El Alien
Los lunares en su espalda
dibujaban el camino
a su galaxia de origen.
El mapa sigue en mi lengua.
Desplegaba dentro de mí su telescopio
para escrutar mis galaxias internas.
Yo también era un juego de unir los puntos.
Yo también era un mapa de vuelta a casa.
Ya que estaba del todo sumergido,
el telescopio se volvía caña de pescar,
más de una vez me dejé remolcar sin resistencia
por el puro placer del arrastre,
de la entrega.
Su sonda,
protráctil y rotatoria,
cumplía la doble función
de cogerme (sin tregua) a diario
y escanearme (a detalle) por dentro.
El Alien vino a la tierra
para añadir muestras a su colección.
Sigue vivo en alguna parte
sabiéndolo todo de mí.
El Gorila
El gorila quería, más que nada,
las botas rojas de Vincent Galo.
Creo que las quería para volver a casa.
(como Dorita)
Nunca le dije que para usarlas
iba a necesitar talones,
para no hacerlo llorar en mi cama.
Yo, más que nada, quería
que me engullera entera
para lamer su panza desde dentro.
Que su estómago infinito y negro
escaldara de cosmos mi lengua,
Mientras, mis dedos de tiza,
pintarían murales de colores
en las paredes de su vientre.
Nunca me faltaría espacio.
Todo mundo sabe que las panzas de los gorilas
son más grandes que su pecho
que su hambre…
Y al fin mi troglodita
conocería las cosquillas
y las constelaciones.
Hombre árbol
Tu eres de agua yo lo sé
te he sufrido en muchas formas
Guillermina Cuevas
Como extraño,
holoparásito mío,
tus frutos climatéricos
Moraceae
moraceae
que me dabas a cuentagotas…
Tu cabeza seminal
completamente abierta
apuntando al sol
convirtiendo tus orgasmos
en arcoíris.
Uroboro
Una fiera en eterno beso negro.
Un amante autarca.
Túnel de espejos.
(multiplicador de cicatrices)
La bestia es un laberinto que respira.
(resolla)
Para no perderme me arranco las uñas
y las voy enterrando por el camino.
TU eres MI laberinto que respira
y yo el tuyo.