El laúd de los sonámbulos
(Poesía de Rogelio Perusquía)
HOY NO ES SIEMPRE TODAVÍA…
Hoy no es siempre todavía,
hoy es hace mucho tiempo.
El recuerdo es un huésped
que me espera a la mesa
con largas alas de trigo.
ERRABAN POR EL DORMITORIO…
Erraban por el dormitorio
libélulas y soles tan pequeños
como la flor de la vainilla.
En la sala aquel reloj de pared,
haciéndome pensar para siempre
que daba la hora en otro tiempo, en otro lugar.
¿Será éste el lugar, ésta la hora?
¿Qué harás, en dónde, con qué gentes,
este domingo que estoy tan solo?
MEMORIAS DE LA LUZ DE AGOSTO
Al recorrer las cortinas la luz
era un incendio de alas blancas por la alcoba.
—Entró un eco de pasos y de voces desde la calle—.
Su boca, la cerrada brevedad de su misterio
que atesoraba sueños y melancolías.
—La dulzura de la corteza del durazno en su vientre—.
Hades será o será Eros/ esas alas y esa luz, no lo sé;
sólo sé que pasa, y me incendia.
DESALHAJADO AQUEL TIEMPO…
Desalhajado aquel tiempo
en que tu amor
el corazón me alumbró de espinas.
Dejé mi lengua en el patio para que la comieran las aves
y me quedé soñando entre las salamandras del atardecer.
En el fulgor cenizo de la llovizna
el paisaje ha cerrado todas sus puertas.
HABRÁ MIGAJAS…
Habrá migajas,
como un retumbo de pan
en mi mesa y su castigo,
presiento el horror sagrado del amanecer:
todo tendrá hambre
y será tan inocente
como un animal furioso.
NADA HALLARÁS EN LOS DÍAS PASADOS…
Nada hallarás en los días pasados,
sólo escrituras viejas y raíces de plantas viejas.
Enfermo, abisal, y devoto,
esperarás a que noviembre desbrizne
esa riqueza de crisantemos del jardín,
el ascético derrumbe de las hojas en el patio,
el ritmo crepuscular del derrumbe de las hojas
en el patio, como párpados de fuego.
SOMNUS AMBULARE
Lluvia
que baja por las escaleras,
las paredes enmarcadas de ocasos
y otras desolaciones del deseo.
¿En cuáles ejercicios del abandono,
en qué olvidadas herejías
me coronarás de sombras?
Tal llovieron las paredes su derrumbe:
tu ausencia contorna los objetos.
Luna, laúd de los sonámbulos:
reconozco que ando como quien anda
arrepentido de nacer sin darse cuenta.
UN MARTES DE OCTUBRE
I
Un martes de octubre
dejé a tu puerta
adioses y nomeolvides.
Nuestra historia resquebrajada
infinidades de veces, nuestro amor
es un crimen que se perpetra en la grisura de la niebla.
II
Llueve, nada se altera o escandaliza:
todo es silencio puro sobre hojas increíbles.
LA LLUVIA…
La lluvia, la lluvia
contra la ventana,
mi rostro de espejos
contra la lluvia y la ventana.
Niebla, medusa del aire y de las horas/ resquebraja el portal,
humedece aún más las maderas podridas, esta puerta
que ha golpeado el mundo.
ALETHIA
I
Pensaba en ella,
con mis brazos sobre el balcón claro de la casa:
un pájaro picotea
la sombra de mi cabeza en el jardín.
II
Bajo los árboles
un revoloteo
en alta rama suena:
el sol
es el único pájaro que veo.
Rogelio Perusquía ( Hidalgo, 1981) Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México, Colegio de Letras Hispánicas. Fue incluido en la Primer Antología de Cuento y Poesía de la FFyL de la UNAM «Tentación de decir» (2003) y en Nueva Antología de Poetas Hidalguenses 1950-2015. Es autor de La víspera de las visitaciones (CECULTAH 2014) libro ganador del Premio Estatal de Poesía Efrén Rebolledo 2013, y de El laúd de los sonámbulos (en proceso de edición). Es director del festival «Taxadhó: Los Espejismos de Buñuel en el Mezquital», en honor al cineasta ibérico y a la filmación de la película «Simón del Desierto» que se lleva a cabo de manera anual en la comunidad ñähñu de Taxadhó, Ixmiquilpan, Hidalgo.