(0)
Vuelo nocturno
(Mal intento de preludio)
Desde el incinerado borde
y el alba de ceniza
brota el humo blanco,
Garza de las dos de la madrugada
que te eleva
en horizonte negro
donde nacen las pesadillas.
Los candiles agonizan,
el estómago se revuelve.
Parece que en lo oscuro
suena un río a tu izquierda,
bajas e intentas beber;
solo hay una inmensa cloaca.
Sus vapores tiemblan contra tu sed
Y sonríen
Solo hasta donde llega la sombra
has de cerrar la cortina
Garza de las dos de la madrugada
Y allá, donde el humo te pertenece
Ya no habrá más que mirar.
La vida es cortada
a cada instante
nada florecerá en sustancia yerma,
no hay lugar amable al tacto.
Una navaja afilada
resplandece entre lienzos añil opaco.
Se oye una invitación
hacia la cima del monte oscuro
donde solo tu agonía
has de encontrar
sin la muerte.
Solo es dejarse fluir
en mezcla con la sangre
que viene de lejos,
solo es mirar el terreno
y hallar una tierra humeante
con figuras de carbón.
Paseando por esos páramos
Garza de las dos de la madrugada
jamás se encuentra descanso.
Debes hundir el filo en tu pecho
para reanimar el pulso
Y comprobar
que aún existe un corazón
que late.
Pero un poco de vida debes guardar
-Garza de las dos de la madrugada-
para diluirte cuando llegue el momento.
Una página que se rasga
resbala por entre la noche
y deja un rastro de esperanza
en vano, al parecer.
(1)
Y entonces nunca termina
aquella sensación
el ajado matiz
sudor amagado que resbala
foráneas convulsiones indescifrables
El día se contamina.
El ojo palpita y los labios se fruncen
hay un agujero en el grito del viento,
que rasguña las paredes de la memoria.
La mano tiembla con una daga
y las hadas resucitan
descarnadas
Es funesto
arrojarse a la romería de los ojos cerrados.
Y si en la luna hay un opaco ruiseñor,
así las marrullerías del caos asesino se despellejan
en lo flemático de su crepúsculo inventado.
Es un vomitarse
un trasegar negro
hacia la inexistencia
con las manos vacías y el puño cerrado
Es el resistir…
Genealogía de los aullidos,
el parto de la madrugada,
el grito del silencio,
el sinsentido del retorno.
Suele ser un buscar la maravilla
dentro de lo irresoluble
El auténtico erizo conspicuo de la conciencia apalabrada
desgarrando los rojizos muros del espejo roto.
Se abre la mirilla y la fortaleza se muestra ruinas
Terso espanto inflamable
en medio del indiferente
supurar de lo muerto.
Piezas
Reconstrucción
El plañir de Sísifo.
(2)
En aquel segundo se reveló
una promesa de alba
Y el borde invita a ser ocupado.
Poblada la mente de fulgores
de un arquetipo quebrado,
el cuerpo reposa, la mente divaga
y el narcótico ingenio, prominente,
roza las pupilas, sedientas de engullir
de atragantarse con el imposible
sudor del sol.
Un desvío ocurre en el quebradizo horizonte
Horridas retinas contrahechas:
el alba nonata.
Huye de su terror
el desparpajo de luz moribunda,
y su cromático gemir que amortece.
Cráneo sonoro queriendo lanzar
su tañer y agonía desde los labios atónitos
del que contempla
el olvido.
Malhecha evocación de los fragores
primigenios de la vida.
Y esa construcción brillante
tambalea en su desecado corazón.
Muerden las aceras, pasos que evaporan la imagen de su dueño.
Réprobos callejones muestran su garganta infecta.
La imaginación jamás da para tanto cuando arden los infiernos bajo el cuello.
Desandar es traición,
desdecirse tentación.
Y es la malograda alquimia del miedo a la ceguera
quien pide tortura y deceso en dolor propio.
Maúlla canciones rojas,
se arrulla en la muerte y el grito de la entraña
para que no me pueda levantar
si es que pierdo la garganta y el sudor.
Anidro Azabache Laru. Nace en la CDMX en 1988. Tiene formación en Historia y ha incursionado en actuación. Es poeta y narrador. Aportó con sus textos al programa de radio por internet “el espantapájaros” en 2014 y 2015 bajo el seudónimo de “Hermes Demián”. Recientemente ha participado en diversos eventos, como el 13º miércoles de poesía itinerante (2019), la “caravana literaria musical: encuentro de escritores de México, Sudamérica y el caribe” (2019), la primera lectura del ciclo poético “El núcleo de la roca” (2020), la mesa redonda “la poesía hoy y su retorno a la oralidad: jóvenes escritores y campeones del torneo de poesía opinan” en la FIL del palacio de minería (2020), así como diversos eventos de difusión cultural (poesía) en el Colegio de Ciencias y Humanidades de la UNAM. Su primer libro El grito rojo de la noche, tendrá pronta aparición bajo el sello de Verso Destierro.