El abismo ritual de Sapiens Sapiens Teatro Laboratorio

Portada

Antonio Guillén

 

Como parte de una breve gira por la Ciudad de México, la compañía de Teatro Sapiens Sapiens Lab presentó dos de sus últimos montajes en la XXXVII Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería (en colaboración con el Estado de Chihuahua) y en la Casa Fortaleza de Emilio «El Indio» Fernández. Ambas propuestas han detonado una inquietud que no he experimentado en ningún otro espectáculo escénico este año: el de una profunda espiritualidad; ambas obras construyen una experiencia mágica en su sentido más oscuro cuyos tonos alcanzan lo que Borges llamaría “la sensación de pesadilla”.

Antonio Guillén

 

Portada

 

Como parte de una breve gira por la Ciudad de México, la compañía de Teatro Sapiens Sapiens Lab presentó dos de sus últimos montajes en la XXXVII Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería (en colaboración con el Estado de Chihuahua) y en la Casa Fortaleza de Emilio «El Indio» Fernández. Ambas propuestas han detonado una inquietud que no he experimentado en ningún otro espectáculo escénico este año: el de una profunda espiritualidad; ambas obras construyen una experiencia mágica en su sentido más oscuro cuyos tonos alcanzan lo que Borges llamaría “la sensación de pesadilla”.

Pero antes de ahondar en la descripción (y crítica) del trabajo escénico me gustaría darles una breve semblanza de la compañía, por si el lector tiene interés en buscar su trabajo.

Sapiens Sapiens Teatro Laboratorio es una compañía independiente fundada en el año 2011 por Rocío Ceniza e Inet Simental (ambas egresadas de la carrera de actuación por la Facultad de Artes de la UACH) con el objetivo (en sus propas palabras) de ahondar en la complejidad del espíritu humano y sumergir al espectador en la conciencia de sus sentidos, ya que el ser humano es el único animal que “Sabe que sabe”. Actualmente cuenta con la colaboración de Paulina Grajeda como actriz y Fabrizio Grajeda en la producción. En esta ocasión hablaremos de «Las brujas de Macbeth» (escrita a partir de los personajes de Shakespare) y «Sonidos Gnósticos» (basada en los «Cuentos Gnósticos» de Carlos Montemayor).

 

Las brujas de Macbeth

 

1

 

Reparto:
 
Bruja de fuego: Rocío Ceniza
Bruja de viento: Inet Simental
Dirección: Sapiens Sapens Lab
Duración: 1 hora 20 minutos aprox

I saw pale kings and princes too,
Pale warriors, death-pale were they all; 
They cried—“La Belle Dame sans Merci
Hath thee in thrall!”

John Keats

 

Retomando un tema de Shakespeare y con ecos de la poética de Wislowa Szymborska, el texto plantea la vida de las brujas fuera de la tragedia original. El conflicto arranca cuando una de ellas muere y las dos sobrevivientes tratan de recordar con desesperación «cuál era el conjuro que les garantizaría la vida eterna». A lo largo de la obra ambas hacen la sumatoria de todos sus actos, para descubrir demasiado tarde que nunca estuvieron vivas, y que lo terrible de la eternidad humana es que sólo es posible desde la plenitud, desde la intensidad.

El libreto, escrito por Inet Simental nos plantea una secuencia de conjuros, a partir de los cuales las brujas se ven obligadas a evocar sus recuerdos más íntimos. En estos desdoblamientos los personajes nos repugnan y conmueven alternativamente empapandonos con su mediocridad. Otra de las virtudes que tiene esta secuencia estriba en que la pesadez de los personajes no es continua, sino que se subdivide en pequeñas anécdotas que dan dinamismo a su historia.

La propuesta escénica, pensada para escenarios pequeños, muestra a dos personajes frágiles, en medio de la noche hueca, recordando y acompañando su melancolía con canto y percusión. El sentido ritual que persigue el montaje logra sugestionarnos poco a poco, ejerciendo una especie de hipnosis paralela al gozo que nos ofrecen con su agonía. Su música nos seduce tanto como sus movimientos estremecedores sin ningún rastro de exageración, haciéndonos olvidar que son monstruos, tal como la Bella dama sin piedad que describe con maestría John Keats. Por otra parte los vestuarios harapientos, la luz y la utilería correctamente orquestados bastan para trasladarnos al lugar dónde la oscuridad forma su nido.

En suma considero que las Brujas de Macbeth nos proponen un montaje bastante original, muy bien hecho en distintos niveles (libreto, actuación, ritmo, música, propuesta) y al menos en la función que tuve oportunidad de ver (en la  Casa Fortaleza de Emilio «El Indio» Fernández) colmado de una magia poco habitual. 

 

Sonidos Gnósticos

 

 2

 

Reparto:
 
Arqueóloga: Inet Simental
Espíritu/Sacerdotisa: Rocío Ceniza
Espíritu/Sacerdotisa: Paulina Grajeda
Dirección: Sapiens Sapens Lab
Duración: 1 hora 10 minutos aprox

 

Siguiendo esa tendencia de obras de teatro sin leit motiv o «conflicto» Sonidos Gnósticos nos ofrece una experiencia estética llena de lenguas (como el arameo), símbolos y referencias mitológicas (el libro de los muertos) que ha sido excesivamente cuidada para no resultar kistch. La trama comienza con la bitácora de una investigadora que decide descubrir el significado de los textos antiguos y se trastorna a medida que se sumerge más y más en su estudio, luego comienza a perder la noción de la realidad y termina por fundirse a través de la sensación con el color y el sonido del universo. Hago hincapié en las obras sin conflicto puesto que los motivos por los cuales esta científica persigue hasta el extremo la fatalidad no me queda del todo claro, al contrario, me parece que ha sido deliberadamente omitido.

Estéticamente es una propuesta muy oscura, es como entrar a la “mansión de los limbos” que Nerval nos narra en Aurelia y entender que existe un orden que sale de nuestra comprensión. Me recuerda un poco al terror que inspira Odisea 2001 de Stanley Kubrick en la escena donde todo se distorsiona y abisma. Aunque de forma inversa, creo que Sonidos Gnosticos lejos de buscar disolvernos en el vacío del cosmos tiene la intención de conectarnos a través del seductor juego de voces y personalidades que cada actriz ofrece con sus personajes. Y como tal vez la mejor herramienta para darnos una idea de lo que trata la obra sea a través de comparaciones, seguro el Walpurgis de Fausto es la mejor definición de lo que esta obra podrá ofrecerle.

Las tres actrices emulan una cantidad de símbolos descomunal que aunque no lo queramos terminará por inundarnos la psique.

Tal vez lo que sucede, es que me he tropezado en “el recinto del espejo” y el misterio per se me ha atrapado. Porque sigo pensando: ¿Qué fue lo que vi? No, Tengo que verlo otra vez.

 

Compartir

Otras cosas que podrían interesarte