* De una textura suave como el humo a veces siento olvidar la voz que clama. piedra de rio mis ojos besan el agua. Tierra encerrada en el asfaslto respira un venero. Venero bajo el Xitle y las rocas de las iglesias. Venero que camina entre pregones de tamales venero de mis manos inertes ante la piedad venero que observa la muerte que a dios pertenece. Me han sembrado en la periferia mas abrupta en la sombra más apacible. Recuerdo cuando en la noche, casi muero en mi casa. Era un día como esté y sus ojos siguieron brillando bajo la noche llena de sauces. * Y se ancla la noche a las nubes donde muere la distancia. En la tumba de la oscuridad permanece un cuerpo dormido anidando recuerdos y experiencias sin tiempo. Porque si el cuerpo materia fuera y no polvo del destino la noche no sería una sin los espacios donde la nada habita. Las puertas del paraíso anidan nuestro infinito y somos por la carne la representación del cielo. * Lamentaciones de los perros que avisan de las sombras. Llora el niño sofocado o con hambre no sabemos. Los grillos llaman a Dios y los gallos al Sol. como la solas de la bahía. vienen y se van regresan y se retraen aparecen y se esconden las figuraciones otra vez los perros las delatan. El llanto del niño se ha vuelto silencio que me sueña Estas palabras se vuelven un aviso Este silencio: el suspiro del aire que tiene vida que tiene llanto que se vuelve uno con tu temor y tus cantos ¿Quién es? ¿Quiénes callan el coro y el eco de los perros? La arena es mi resguardo y el mar mi sustento Miro un ave nocturna que vuela como una mariposa que ronda la luz. Se me pega la noche a la piel Regresa el silencio: se callan las almas. El niño te sueña entre palabras: su llanto nombra lo que callas Vigilas el mundo ¿Duerme tu alma? Regresan las nubes y te dicen "Calma" "Sueña mijito" "¿Qué te pasa?" Vuelve la paz y regresa el alba sonríes, perdonas, sientes y amas. "Nos iremos entre la noche de cierto camino guardando nuestra sangre santa pero habremos de volver dándole al mar las gracias, los perdones. Seremos las estrellas, aliento desierto que duerme en nuestro verbo. clamaremos al viento las suplicas los rezos. Permaneceremos otra vez más allá de su tiempo" * Sombra de la voz, piel del olvido, ausencia enervante, silencio material. Viene el abismo como un rezo y se cae el horizonte entre mis manos. Dibujo la oscuridad entre mis labios, respiro la falta de luz. Me redimo en la ceniza, canto al polvo de los días, a la muerte entre las horas, al profeta de vendimias, al hartazgo de esperanza a la falta de memoria, al descanso del mediocre, a la puerta falsa, a la falta de destino. * Mi voz acaricia un sueño. Un silencio me nombra y vuelvo y mi voz de ángel muerto busca la luz entre el abismo. mis ancestros sin tierra callan, sus ojos son de sombra. Soy mestizo, la palabra que me habita es de sal y llaga abierta, palabra de oquedades, unción de moribundos. Voy entre pasos, descifrando lo indecible, miro el abismo que entiendo y nombro. Lo miro todo a plenitud, soy un sabio u otro enfermo mental.
Jesús Eduardo Díaz del Castillo García. Nacido el 22 de Enero de 1986, en la Ciudad de México. Comienza a temprana edad su labor literaria obteniendo dos premios a nivel zona escolar, relacionados al nivel secundaria en los concursos de «Cuento » y de «Guiones Radiofónicos» respectivamente. Es seleccionado para formar parte del libro III Encuentro del Taller de Creación Literaria del CCH con el cuento titulado El Último Asiento. Ingresa a la carrera de Letras Hispánicas en la UNAM cursando únicamente dos semestres comenzando en ese entonces una vida digamos azarosa, razón por la cual escribe por intervalos de tiempo así como otros tantos de silencio . En el año 2011 Durante su estancia en la ENAH (Escuela Nacional de Antropología e Historia) cursando la Licenciatura en Lingüística publica en el boletín escolar el cuento breve La Enredadera. En 2013 participa en el concurso para conformar la Biblioteca Infantil Los Libros del Rincón convocado por CONACULTA y la SEP siendo elegido entre los finalistas a nivel nacional por su texto Ramiro y Fili, narración dirigida a niños, enfocada en la amistad de un niño y su gato. Durante su estancia en San Cristobal de las Casas hace algunos años, colaboró con edición y promoción, así como algunos textos en la Revista Lascasina de David Molina Urbina.