Nombrarse
Cuando creí que me había recuperado,
caigo. Distante de las cosas
alguna vez queridas,
no por quererlas menos
sino por perderlas en un hoyo
a causa de un error involuntario.
Detrás de una máscara preciosa,
entre plumas y colores fuertes,
reniego del tiempo hueco
de augurios, hosco. Los demás
me ubican dentro de una época
de vetas nuevas y aire auténtico
pero bajo velos deshechos
en un pozo sin la hondura
de los ciegos –mide un palmo–,
aguardo la diferencia que sea
por fin ella. Es decir yo,
de una vez otra.
Interrogación
De noche, los vientos traen las lanzas
de una guerra antigua cuyas palabras
en lugar de decir, ocultan. No hay forma
de ganar en el revés de un tiempo ido,
con todas sus peripecias y oscuridades,
de habitar el pasado. Una inteligencia
traduce aquello mudo.
Llegan mensajes o cenizas del otro lado
de la isla, que es lo mismo que decir
“del otro lado” a secas. El territorio
donde preguntar por qué sigo sufriendo,
en nombre de quién, a cuenta de qué saldo.
Pide tregua el camino restante ya al final
de la suma (para mí y las sombras
es lo mismo decir “un lugar indescifrable”).
Revisionismo
Salimos del amor
como de una catástrofe aérea.
Cristina Peri Rossi
Cada palabra de la conversación
que se extendió hasta el último minuto
de nuestro largo verano juntos,
al margen de su veracidad, de su espesura,
ayudaría contra el viento de la noche fría
en que me muevo ahora.
Nadie sabe sobre el peso de los lastres,
menos el lado que nos separa
con la crueldad y el veneno de las rayas.
Es insoportable perder sin que quede un resto,
un grano de arena en el pespunte de un vestido
con el que el fui a la playa una tarde lejana,
casi mítica, ya propiedad de otra
que pude haber sido yo. Pude haber sido
pero sacudo el trapo
hacia los cuatro puntos cardinales
y el silencio vuelve vacío.
Si la catástrofe irremediable es tan liviana,
¿por qué me hundo?
La respuesta se conoce, pero no se admite.
Exhortación
Oíme, a veces es necesario
dejar el tren
en movimiento.
Habrá que estudiar el paisaje
los días previos, en viajes sucesivos,
contener la respiración que todavía
exhalan los ancestros —acaso
ellos no pudieron lo que ahora
intentamos. No somos héroes,
más bien rechazamos el recorrido
como destino: llegó la hora
del salto.
Al asomarnos por la ventanilla
el aire choca contra el cuerpo en una curva,
adelanto de la experiencia de la intemperie.
Y algo dormido o secreto se activa
en la sangre, una memoria
de los días en que hombres y mujeres
caminaban “libres”. Antes animales
salvajes, lagartos de cuero duro
entre las piedras, aves
que levantaban vuelo,
así, con los brazos en alto como alas,
planeando los instantes de gloria y de riesgo,
acercándose a lo nuevo sin seguridades
para golpearse o caer de pie
sobre una blandura, a la distancia.
Acertijo
En estas escarpadas cumbres
voces de altri tempi
dictan números.
¿Cuáles serán los que el verano
recoja en un manto, entre los filos
de las piedras más altas,
enfundadas en brillos?
¿Cómo sabré de qué lado cae el dado
que te nombra humano?
La lluvia asignándote la cifra
se desliza por la ladera,
lava el musgo habitado
por viejos acertijos. No adivino
la respuesta ni la doy
por sabida, callo en el este
para escuchar el quicio de la puerta
cuando se abre,
cuando se cierra
en la única casa que permite
la sombra de la montaña
en la memoria.
5 poemas del libro Luz de giro, publicado por Baltasara Editora, Rosario, 2023
De la sección “Actos de habla”: Nombrarse /Interrogación/Revisionismo/ Exhortación /
Acertijo.
Semblanza.
Alicia Salinas (Poeta, periodista, educadora)
Nací en 1976 en Rosario, donde siempre viví. Estudié la carrera de Comunicación Social
en la UNR y trabajo como comunicadora, periodista, docente. Además coordino
talleres de escritura y clínicas de poesía; realizo tareas de edición y corrección de
textos; activo en la agrupación feminista La Palabra Colectiva, que nuclea a
escritorxs de Rosario.
En Poesía publiqué cinco libros, La sumergida (Los Lanzallamas, 2003, desde 2016 en
versión digital en la plataforma Calameo); Gallina ciega (Ciudad gótica,
2009); Tierra (La mariposa y la iguana, 2017), Teoría de la niebla (Baltasara, 2019) y Luz
de giro (Baltasara, 2023). Poemas escritos en estos años fueron incluidos en antologías
argentinas y extranjeras; algunos traducidos al inglés, al portugués y al francés.
Participo de encuentros de lectura e intercambio de la palabra poética, entre ellos el
Festival Internacional de Poesía de Rosario, el festival de Cosquín (Córdoba, Argentina),
el de Escrituras de Maldonado (Uruguay). Integré el jurado del concurso «Plaza de los
poetas José Pedroni» de Acebal en dos oportunidades; fui jurado provincial en los
Juegos Evita del Ministerio de Cultura de la Nación. Escribí una novela que permanece
inédita.