Hola. Soy lento para todo, contando historias valgo gracias a lo relativo del tiempo,
al retraso cual virtud. Parece y seré bendecido luego, normal existiera si sí; mientras,
poco me intriga estar al ritmo del mundo: ruedo pegado a la Tierra e igual mi corazón
late, apenas imagino por qué. Antes moraba contrahecho, ternura disruptiva, licuada
en relevancia con adherida tecnología o IA. Dicha palabra encadenada encarna.
Supongo, pueden entenderse corrientes de motivación mediante potencial estético,
ciertas acciones lo maquillan. Según el reto simbólico la experiencia consta intensa,
multifocal quimera intravenosa y acósmica; politemática, hermosa, etcétera. Heme
autista en punto fantasmático, incierto lugar transparente, insular, profundo. Quizá
superfluo el recordar que fantaseo con sanar, desde la transformación anatómica o
hacia nuevas intenciones, inclusive razono un posible soporte correspondiente ante
agarrotar. Debido al nulo movimiento, entumezco a paradójico progreso destructivo.
Apariencia de asustado, perfil decaído, artefacto feo del cínico destino. Hubiera sido
un personaje brillante de haber evitado intervenciones tempranas al cerebelo, esos
procesos minaron la inquietante gnosis, método mezclado en inaudita invasión alta
y extremidades. Clavos en coyunturas combaten el horror físico a piadoso aspecto,
entonces arqueo alterado, muto robótico, caricatura iconoclasta siempre asistida.
Creados en detrimento e idiosincrasia insuperable y modo anónimo de pensamiento
con denominación peligrosa, tampoco es que tengamos algo a ganar en la tradición
de lo inédito. Hacemos esto por placer. Lo irrepetible del repertorio se opone al genio
colectivo cultivado, lapsos durante lecturas largas forman sinergia de factores. Basta
una vasta clonación mecánica, táctica que impacte, aparte también la imprecisa vida
loca cualquiera, sensación encriptada, enclave dirán otros aptos a comprender más
allá. Efectivo gozar el porte necesario frente al espejo, mirarse solo, fluctuando sólo
resignación timorata. Aquellos estratos desplumados vegetan, la locución macabra,
despectiva observa ópticas de penuria y amalgama pesimismo sociológico. Nuestro
raquítico discurso sumerge conciencias inclementes rumbo a baños desagradables
de pureza. Consigue añadirse que trama del tipo lleva en juego una dosis catártica.
Excepción al contenido decoroso, cita experimental que secuela en frecuente mofa,
demasiado amorfa, una mísera exhalación de donde provenimos, asegún cánones
antiguos o veneración del esparcimiento depresivo. Anido en un siamés. Importante
significa deducirse uno mismo fin absoluto, entropía que inventa emoción. Deseo la
restauración de mi alma cuando el miserabilismo ceda en cualidad a los apetitos del
espíritu y su dualidad. Después lo trágico, unas medias me llegan hasta el confín de
las pantorrillas, cortan circulación e ipso facto ruta elemental nostradámicamente.
Desertora de batallas cotidianas, considero decente al espanto. Monstruosa e irreal.
Aunque mi porción corporal malhecha esté, aborrece retinas lo refinado. Cuanta vez
sucumbe contumacia, descubro han socavado ímpetus las drogas, obvio recetadas,
asimismo incumbo porque digo inquinas pues manifiesto destreza respecto a ideas.
Ostento el coeficiente más elevado. Además, armo mapas mentales, conceptuales;
dicto narcotizada vía el agüero. Pronostico desenlaces a prospecciones y así digiero
conclusiones en pos de una epifanía. Fundamental poseer discreción, paciencia.
Usufructo de testosterona fructífera y males eslabonados, asumí el volar de abejas
o moscas junto, partiendo de raro traslado a estado catatónico, esquizofrénico. Sirvo
de contacto con lo irracional que redimo en prosa inteligente, concebida y rebasada
en equipo. Excelso tándem atribuido a la iluminación. Alegre aquel ignorante quien
desconoce bambalinas. La fortaleza literaria expone. Me definen criatura estructural
inverosímil, tronco incapaz con protésicos envuelto; amenazadora tensión interior,
virtual resultado de obra frustrada. Poliomielítica, disociada en opulencia; padezco
hidrocefalia, declarada sincerebro. Adentro minimemoria, tranquilos varios tumores;
artritis, nervios, estrés que pincha babeo al casi controlar esfínteres. Muestro actitud
y luengo abolengo rancio. Formal bicéfalo, bifurco. Figuro en venia del proyecto.
El humano trae consigo acoplación inherente al entorno, a su imagen somática. Tal
interpretación del prejuicio sobre carencias, es explotar masoquismo virulento entre
revolucionarios de la irritación. Esta maniobra ingeniosa, lograda en principio, revela
provecho para mantener el trato y examinarlo a detalle, analizar coherencia e iniciar
narraciones. Cada individuo elige dificultad, trabajo legítimo dado esfuerzo insólito,
ciñe un párpado de silicona el ámbito y contrato público abierto: labia profesional.
Dentro de abundancia expresiva-perceptiva, múltiple y adaptable al alcance, somos
lo distinto aparecido; neurastenia única, sistema solidario cuasi rutinaria optimación,
sobria representación laboral, turno condensado en cosecha y reflexión pujante. Al
espectro de opciones limitado le salva sagacidad o el ahorro energético, liberado en
beneficio superior y mayor aún, tocante a la persona; o sea, santo patrono divino.
Escribimos la sutileza del inimitable maestro. Sin remedio rota el globo astuto, cuyo
peso aplasta desolado, empero asfixiante sol espacioso, permanencia chorreante,
creíble pero falsa que ilusiona. Morimos en segundos; ya no supimos qué, ni el final.