Un poco de historia

Eduardo Mosches
 
La revista nació en verano entre libros, hace 38 años. Su sala de partos, cuna y primeros lugares de juego  fue  la librería Gandhi. Desde ese momento continuamos en la travesía de encaminarnos a muchos puertos y desde ellos nos apropiamos selectivamente de ejemplos de  la literatura de muchos países, abarcando una gran cantidad de América Latina y del continente americano, como de Europa , África y Asia. Asimismo,  realizamos números con  temas monográficos, que retomaban, por ejemplo,  la danza, la violencia, la novela negra, la ciencia ficción,el lenguaje, el insomnio, el erotismo, además , nos  acercamos a través de suplementos,  a la literatura chicana y a la de los jóvenes creadores en los estados, en fin, de esta forma,  quisimos rescatar y  presentar al lector una muestra pequeña, pero amplia, colorida y profunda del amplio universo de la escritura.
 
Alguien ha dicho que la creación literaria supone intercambios humanos; el escritor no puede nunca querer que su pensamiento no sea esperado, que no sea importante para los humanos con quienes vive. Y ha sido este componente, el de los intercambios humanos, el que más placer personal me ha dado al dirigir la revista. Intercambios  creados no solamente en el participar en la difusión literaria, en la lectura de los textos, sino en el observar y dialogar con un sinnúmero de amigos/as poetas ; y así haber ido tejiendo, sobre la propia piel de la vida,  en la creación de un vínculo afectivo  que nació a partir de la palabra escrita,  que se corporizó en  vínculo amistoso, de cofradía abierta, de solidaridad; hecho que en este planeta habitado por la miseria, el egoísmo, la violencia de las guerras, las hambrunas motivadas por el comercio, las fronteras vigiladas y militarizadas, este hecho de crear vínculos de amistad basados en el desinterés material, y sólo en el interés de la difusión literaria y artística, es ya un pequeño respiro de puro oxígeno humano.
 
A lo largo de estos 37  años se fue creando un largo poema único, producto de la conjunción de creadores en diferentes idiomas: español, inglés, italiano, náhuatl, francés, hebreo, árabe, idish, , zapoteco, guaraní,  danés, catalán, euskera,  en fin, ese largo poema se encuentra en la memoria de los lectores  y en la revista impresa. Es parte de nuestro presente poético. Y la presencia de centenares de narradores han dado como resultado la novela de los mil y un cuentos, expresada en varios idiomas, mucho mas allá de las lenguas romance.  Y así tejimos junto con los lectores una gigantesca alfombra voladora. 

Por último, un saludo, un apretón de manos, para todos aquellos que han participado abiertamente solidarios en este proyecto,  y para aquellos que participarán. Un saludo a la generosidad y un abrazo a la creación por la creación. Sigamos en este pacto contra el egoísmo.

¡Viva la vida! ¡Viva la literatura!