Derechos de propiedad
Juan José Podestá
Editorial Aparte, Chile, 2020
por Víctor Hugo Díaz
Derechos de propiedad, la segunda producción poética de Juan José Podestá, nos presenta o mejor dicho nos expone la Declaración jurada de una condición estética sólida; apoyándose en leyes abiertas y no determinadas, cualidad indispensable de la escritura como obra.
Ante esto, fungiré solo como Aval respecto a las declaraciones y movimientos que leí suceder, durante el acercamiento y Liquidación de este libro; con documentos y alegatos que solo tienen valor de cambio en la lectura, en una forma de contrato entre el lector y un hablante en quiebra, además de quebrado, fraccionado, como una cifra inacabada, una suma o peor, una resta que no cuadra: Siempre nos pagamos el sueldo mínimo.
Aquí el autor “Tasa” y se apropia de un registro bursátil, pero para ser usado como jerga sustituta, reciclada, sustraída de las casas de cambio Clandesta de un imaginario elegido, ojalá adulterado y propio, buscando poner en circulación una moneda de uso, recién emitida. Este código hablará, actuando como cicatriz central, sobre la que se monta y fluye el sentido y trayectoria del libro.
El desplazamiento se va ejecutando según una secuencia estratégica, disponiéndose en núcleos expresivos de mayor o menor densidad y tensión. Logrando así, el ritmo y atmósfera deseados entre una imagen y otra, entre un poema y el siguiente, entre un Fragmento y el anterior.
Un banco es un lugar que te presta dinero /si puedes probar /que no lo necesitas. Esta certera afirmación, que se alza como Señal o aviso caminero en el segundo Fragmento, podría estar asociada al ejercicio mismo de la poesía, en tanto que ésta se corporiza desde un extrañamiento incompleto, pero que en nada se relaciona con la falta o la carencia.
En torno a este ícono tan sustantivo emergen nombres y voces. Voces y gestos que parecen ser las de los Accionistas de un ceremonial violento. Personajes en modo ventrílocuo “valorados” por su nombre y significado, desde su tiempo y contexto; ahora desempleados, pero que también especulan y apuestan en una bolsa de Valores que solo les devolvió facturas /mal hechas.
…como cualquier
fraude al fisco
al parecer
la sociedad anónima
de la que fuimos parte
nos hizo mierda…
La continuidad y la economía del texto sufren fluctuaciones, como en un Índice financiero. Resaltando imágenes sobre la pantalla digital y azarosa de la escritura, variando ante lo impredecible que busca manifestarse: es el saldo de noche /que nos va quedando. Descubriendo que:
frente a nosotros
la madrugada nos hunde
con su letra chica.
Hay un flujo “circulante” de signos en Derechos de propiedad, que pasan de mano en mano. Un sistema métrico de resultados desiguales, de deterioro y experiencia, como durante una Posta de riesgos. Mientras se escucha el dulce y ácido sonido musical, que cada tanto, hace la Caja registradora, en el rincón de lo acumulado; hasta descubrir muy tarde que la ganancia blanquea el engaño y La verdad es otro seudónimo de la mentira.
A fin de Cuentas, este libro sí logra acuñar ese par de monedas de plata. Ese es el costo que había que pagar.
*
Muestra de poemas
Derechos de propiedad
EN UN AVISO ECONÓMICO
ponen en venta
las fuentes de soda
de calle Thompson
fuentes de soda decoradas
con afiches de conciertos
grafitis como ideogramas
y pobreza
los mismos tugurios
que alguna vez
hundidos en la magia
intentamos quemar
se vende plaza
y esa fauna melindrosa
que persigue la miseria
al mejor postor
se van sucuchos
infestos de amoniaco
canciones muertas que flotan
en el wáter
arquitectura del infierno
los días ahí concentran
el humo
de la pasta
que fumamos.
LAS MONEDAS DE ORO QUE DEJA EL DUENDE
camino a su guarida
elaboran una ruta
que nadie debe seguir
el curioso puede extraviarse
en zonas boscosas
intrincados caminos que
dan a ninguna parte
o que probablemente
desembocan en pueblos
furtivos hijos de la medianoche
donde abundan luces de prostíbulo
y hombres que cambiaron
su fortuna
por un par
de monedas
de plata.
NO ES LO QUE SE OFRECE, ES LO QUE SE GUARDA
guardar para dar
dar para quitar
quitar para poner en circulación
como el capital
ecuación que
como un mantra
repiten aquellos expertos
en doctrinas amorosas
el viejo vendedor ambulante
mira más la caja de zapatos
bajo sus trapos
que las baratijas en oferta
ahí está el quid del asunto.
UN GRAFITI EN IQUIQUE:
“cyndi te amo regresa”
¿qué tal si la tal cyndi se fundió con los ahorros del autor, y
lo que espera, en realidad, no sea el cuerpo envejecido sino
las lucas que le amputaron, una noche de borrachera y humo
plomo, en esas pensiones que los drogos atestan en el centro
profundo de iquique?
historias sucias que acunan, en el abismo de su negrura, cierto
encanto, en fin: habría que acotar.
Juan José Podestá nació en Tocopilla en 1979. Es periodista y escritor. Tiene tres títulos publicados: Novela negra (Poesía, Cinosargo 2010); El tema es complicado (Cuentos, Narrativa Punto Aparte 2013) y Playa Panteón (Cuentos, Narrativa Punto Aparte 2016). Es magíster en literatura latinoamericana y trabaja en una biblioteca. Vive en Iquique, Chile.