Por Sergio Mondragón
POÉTICA I
A la memoria del poeta Kenji Miyazawa
(1896-1933)
No el albatros de Baudelaire
escarnio de los marineros
príncipe de las alturas,
sino el pelícano previsor
que vuela al ras del agua
con la bolsa llena
con su cara sonriente
crac crac.
No el puño
increpando al cielo
de Lautreamont,
sino las manos alzadas
agradeciendo a lo alto
la magnificencia de la creación.
Alguien así
quiero ser.
NUBLADO
¿Qué dice el nublado?
¡Traemos el agua!
¡Descarguemos
con ayuda de los vientos
y refresquemos
este mundo acalorado y ávido
que se debate entre la incertidumbre
y la nostalgia!
PECES
Como peces nadando
en la pecera
pasan los aviones
detrás de la vidriera.
XOCONOXTLE
Se pronuncia tu nombre
Con sonido de jícama o Jalapa
o al pedir silencio: shhh…
o sobre una chinampa como en Xochimilco;
como entre mexicas en la urbana Xola
o al decir cs, como en Ixtaccíhuatl.
Xoconoxtle amado tuna sin azúcar
para el mole de olla,
putativo hermano de la pitahaya:
yo agradezco tus colores de acuarela llovida
de nopal enhiesto
en los altiplanos mesoamericanos.
Xoconoxtle, carnal sin papeles
indocumentado
en los pasillos de neón
en la pesadilla del supermercado;
allí donde te encuentres
yo celebro tu existencia
tu modesto cuerpo de tradición mexica.
IMPERMANENCIA
Un día
ninguno de los seres vivientes
que habitan este mundo
estará más aquí.
Un día
el que lee este poema
tampoco estará aquí.
Un día
ninguno de los que oímos este poema
en este momento
estaremos ya aquí.
CAMPANAS EN LA BOCA
Las lenguas que hablamos: campanas sonoras
son horas las campanas
en los campanarios:
campanas son olas
son clamor de olas las voces humanas:
sonoras, gozosas, airadas, gentiles,
qué dicen qué dicen qué dicen
campanas de carne, de barro, de bronce, de palo
de oro, de plata, de jade, de riel
que piensan, que sienten, que hablan en lenguas
en tzotzil, en tzeltal, en ñañú, en español
campanas sonoras las lenguas que hablamos
idioma elocuente el de las campanas
cuando son prudentes cuando están calladas
campanas de oro cuando nuestras bocas
dejan su badajo contra el paladar.
GRAMÁTICA
a Gloria Contreras
Ella dijo: “bailar es una forma,
la mejor que conozco, de orar.
” Siguiendo esa visión del mundo
y de las artes,
yo escribo esta oración
del mejor modo posible que conozco.
Sergio Mondragón. Nació en Cuernavaca, Morelos, en 1935. Estudió periodismo e hizo estudios de lengua y literatura japonesa en la UNAM. Ha sido editor de varias revistas culturales, entre ellas “El corno emplumado”, “Japónica”, “Memoranda”, “Revista de estudios budistas” y, actualmente, de la “Revista de literatura mexicana contemporánea”, que publican la Editorial Eón y la Universidad de Texas. Fue becario del Centro Mexicano de Escritores. Ha sido miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte, del Conaculta. Es autor de cuatro antologías de poesía: hispanoamericana, mexicana, norteamericana y japonesa, de seis libros de poesía y uno de ensayos literarios. En 2010 obtuvo el “Premio Internacional de Poesía” Zacatecas; en 2011 el Premio “Xavier Villaurrutia de escritores para escritores”; y en 2018 el “Premio Poetas del Mundo Latino Víctor Sandoval”.