Por Dylan Novalis
175 voltios
Tengo la costumbre apocalíptica de ser
Piedra mojada, barro empapado y que
No me molesten las pisadas ajenas
Ni los dedos resbalándose en mi
Tengo la idea de quererte y hacerte el amor de oído
Bajito
Cuando casualmente enhebramos las manos.
Tengo la electricidad que va de tu lengua a la mía
Dándole luz al planeta
Y el tráfico increpante de NY
Y los anuncios espectaculares en Japón
Y el claxon violento en un accidente de carretera que nos sabemos de memoria
Y tengo en el pecho una pista de aterrizaje
Para que vuelvas siempre
Después
De volar
Poema
Antes de que el sol golpeara esta tierra
Con sus brazos áureos y afilados
Antes de que la lluvia secara el paisaje
En su abrazo redentor
Para convertirse en recuerdos
Y yo cruzara los ojos en un hospital
Con otros ojos que hoy ya no me miran;
Mi casa y mi cuerpo se volvieron un solo espacio
Creando sus propios mitos y cosmogonías,
Y mirando el relicario de mi abuelo,
Quien decía que Dios no estaba en las manos del cura
Partiendo hostia y sirviendo el vino
Entonces seguramente la ventana por la que hoy miro
No era más que un poco de arena
Y yo un niño impresionado con el vuelo de las aves
Con unas manos que hasta la fecha,
Todavía no guardan a dios
Por más que lo busqué en las entrañas, en las caricias, en las palabras
En la lluvia que sigue cayendo en la ventana de este hospital
Aquí donde suena una balada de Chopin
Quien siempre me hace pensar en la guerra
Y todo el horror que es la inexistencia De Dios
Convirtiéndose, de a poquito en un arrullo
Así como el vino se vuelve sagrado y la hostia se transforma
En el cuerpo de Cristo
Ese que se volvió mártir y cuya vigencia acabó
Porque hoy la arena es ventana, o el cristal de una copa
Porque hay más dioses con menos cruces
Dioses y vidas que caben en una bolsa negra
Con el sabor podrido de no volver a mirar
El sol, la playa
Las huellas para seguir acompañado
Mientras la lluvia se termina de secar
Antes de que llegue dios a mis manos
Y también, me convierta en recuerdo
Dylan Novalis Ramírez Muñoz egresado del diplomado en creación literaria por parte de la SOGEM en la ciudad de Xalapa, Veracruz (2012-2015) y del diplomado en literatura europea por parte del INBA (2018). Creador en el EIELLZ 2018 en Zapotlán, Jalisco y en CONELL 2019 en Guadalajara. Médico en formación de la Universidad Veracruzana. Miembro del colectivo literario Mangos tristes en la ciudad de xalapa con participación en los eventos “Caravana” y “Puro mango sin cortar”; ex miembro del colectivo teatral Los escondidos también en la ciudad de Xalapa.
El poema “el rompe olas” fue publicado en la revista electrónica “metáforas al aire” de la universidad de Morelos.