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Umbral – Selección Póstuma

Portada Umbral

Laura Medina Ham

 

Babel

 

Perdí la palabra

después de Babel

los sonidos fluyen sin sentido

se estrellan, me desconozco.

 

Rota y solitaria

la voz sin cordura

inunda la muerte

Laura Medina Ham

 

Portada Umbral

Como parte del esfuerzo editorial que en Blanco Móvil nos hemos propuesto, rescatamos en nuestra sección de poesía la obra de autores que escribieron al margen de la ambición comercial y publicaron fuera de las leyes del mercado materiales dignos de mención.

Laura Medina Ham (15 de enero 1954- 19 de junio de 2014) cursó la Licenciatura en Estudios Latinoamericanos terminando con mención honorífica, la mayor parte de su vida la dedicó a la enseñanza y durante muchos años siguió los pasos del poeta Raúl Renán con quién trabajó su estilo de forma persistente. Publicó de forma póstuma y con la ayuda de su familia y amigos su único poemario «Umbral» (con ilustraciones de Liz Mevill y prólogo de Antonio Guillén), que tuvo un tiraje de 500 ejemplares. Los pocos ejemplares restantes están en posesión de su familia.

La siguente selección nos da muestra de su poética que nos habla desde la tensión espiritual y la experiencia orgánica de Dios.

Para mayor información sobre dónde conseguir ejemplares pueden comunicarse al siguiente correo: enriquemedinajam@hotmal.com

 

 

Silencio

Demando frente a la crudeza
de la realidad una tregua
la fuerza de mi llanto invita a la piedad.

¿Cuándo perdí la fe?

Dejé de latir en el instante en que me abandonó la letra
enmudecí y mis ojos se secaron:
todo lo devoró la guerra.

 

 

Babel

Perdí la palabra
después de Babel
los sonidos fluyen sin sentido
se estrellan,
me desconozco.

Rota y solitaria
la voz sin cordura
inunda la muerte

olvidé el conjuro
cuando el soplo posterga la letra
sólo queda el recuerdo
la desesperanza aflora
me desconozco.

 

Acercamiento

Cicatriz de vida
rescoldo es
memoria agria.

Doy pasos torpes
en el sendero
ver claro es amarte.

 

 

Umbral

Humillo la carne
en el sendero del huerto
donde se ilumina el espíritu.

Bebo sal y silencio
me entrego a la oración.

El egoísmo y el miedo se desvanecen
y cerca de Dios
los viejos vicios se hunden

palabra que dice sin decir,
emanación.

¿Es la plegaria otra puerta?
Vía noble, umbral
enaltece su fuerza el fuego.

 

Clepsidra

Vestida en tinta inmóvil
pende la corona en tu cabeza.

Anillo de tu cuerpo
soy punto central, clepsidra,
geometría del agua
contenida en tiempo

tú y yo transvertidos.

 

Desconcierto

El alma desnuda con ceniza blanca
agita el reclamo
demanda tu gracia.

¿Cómo pagar culpa sin falta?
La desventura tiñe los días
y no rompe sus cadenas

el cielo escupe.

 

Reflejo de palabra

Vírgula de fuego
reflejo de esencia
artificio de razón

palabraquemapalabra
palabrahielapalabra

lengua vacía
revienta la vida
verbo destructor.

 

De regreso a la unidad

La carne devela el misterio.

En el goce último
cuando el placer llega
y el sentir rebasa la palabra
ahí justo
en el fondo de la entraña
renazco de mi muerte.

Sólo vencida
es en mi forma ceniza
bóveda de recuerdos
donde me recupero

los secretos caen
la bruma se aclara
y la unidad perdida
aparece como destello.

 

 

 

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