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Tres sorbos de café

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Para leer en voz alta

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 César «Chico» Gonzalez

 

Primer Sorbo

… —al principio yo nomás los pateaba, pero bien; donde sabía que los iba a joder… luego les hicimos otras cosas peores pero si les cuento se me van a asustar… —ni sabía yo porqué les hacíamos todo eso, nomás era la orden y había que cumplir… cuando eres raso ni preguntas, nomás vas y cumples… —lo cabrón es cuando te ascienden y el que ordena que les pongan en su madre eres tú… —tampoco es que sepas bien porqué, pero tú vas y ordenas que los madreen, si bien les va… si no, pues les va mal… —y ya que les está yendo mal, el lugar empieza a apestar a miedo que es como una mezcla de olores… a sangre, a mierda, a sudor, a lágrimas; porque hay quien chilla como nena… y apesta… no hay ningún olor parecido…  

… era raro encontrarlo en algún festejo de los que se hacen en la cuadra… venía solo y seguro había bebido un par de tragos que lo pusieron parlanchín, y como nos encontró a mano a mi amigo Roberto y a mí, se puso a contarnos sus aventuras en el ejército sin que nadie se lo pidiera…  nos contó cosas horrendas que hizo, así que lo cortamos luego de un rato, diciéndole que preferíamos no saber y no perderle respeto…  —pendejos, masculló… —la puta que los parió, maricones…

…cuando lo conocí, don Joaquín ya era el viejo gruñón de la cuadra desde hacía años… ese que nunca devuelve las pelotas que se vuelan a su patio… ese que se pelea porque el árbol del vecino ensucia con hojas muertas la entrada de su casa… ese que le toca el claxon frenéticamente a los niños que juegan en la calle… ese que a veces responde con un gruñido a un buenos días, como si la existencia del prójimo fuese siempre algo estorboso…

… flaco, hosco, bajito; caminaba siempre muy derecho como si sus superiores lo estuviera viendo marchar … todos las tardes se le veía salir a correr con un perro enorme que tenía,  a paso marcial… siempre salía a la misma hora, siempre por la misma ruta… dos cuadras hacia arriba, vuelta a la derecha hasta el parque, tres vueltas completas a paso veloz, luego media vuelta hasta su calle, bajar a la izquierda y a su casa… se le veía los domingos del brazo de su esposa, a quien nadie nunca escuchó hablar  y que parecía no salir a otra cosa que no fuera ir a misa…

…luego la esposa y el perro se murieron casi al mismo tiempo y don Joaquín perdió poco a poco la chaveta y se le vino encima la edad… se puso encorvado;  el cabello se le puso blanco de un día para el otro, dejó de afeitarse y de golpe dejó de ser un viejo bastante atlético para volverse un anciano minúsculo… seguía saliendo a correr todos los días a la misma hora, por la misma ruta, con una correa en la mano paseando un perro invisible… salía en un uniforme que le quedaba inmenso, como si fuera el  general Schwarzkopf recién llegado de la operación Tormenta del Desierto… marchando y gritando con voz militar cuando llegaba a la esquina: —¡flaaaanco derecho!, ¡yaaa!… luego en el parque a todo pulmón  —¡de freeeeente, marchen!…

…—¡media vueltaaa!, ¡yaaaa! … y luego en la otra esquina —¡flaaaanco izquierdo!, ¡yaaa!… siempre lo seguía a lo largo de la ruta un pelotón de niños que iban detrás de él obedeciendo las órdenes que daba…  cada tanto se volvía don Joaquín a gritarles, blandiendo la correa de su perro invisible:  —escuincles pendejos, les voy a echar al perro para que los mate… así todo el camino, todas las tardes, hasta que regresaba a su casa…

….era tiempo de elecciones y El Candidato iba a venir a hacer campaña al barrio… colgaron lonas inmensas con su jeta por todas partes, arreglaron el parque, pintaron los topes, las banquetas, y nos enteramos de los sentidos de las calles porque los indicaron con enormes flechas amarillas…

…ese día y todos los que siguieron hasta su muerte, don Joaquín no salió más a pasear a su perro invisible… se quedaba muy quieto en la puerta abierta de su casa, con la correa en la mano, vestido de general de la Tormenta del Desierto, mirando fijamente, paralizado, una inmensa flecha amarilla pintada en el asfalto delante de su casa, que señalaba en dirección contraria a la que había tomado todas las tardes de su vida…

 

Segundo Sorbo

…septiembre 26 de 2017… martes… ¿cómo se vuelve a la vida normal?… como si sólo se tratara de levantarse a la hora de siempre, prepararse un café e ir al trabajo… mi vida normal tiene que ver con encuentros, con lugares, con calles, con cafés, con personas, con libros y librerías, con tragos, con largas conversaciones o largos silencios compartidos… ¿cómo se vuelve a la vida normal en una ciudad que grita todavía de dolor y de espanto?… ¿cómo se vuelve a la vida normal si nuestros mapas, nuestras geografías son todas «zonas cero»?… ¿qué aplicación me lleva a esa esquina que ya no existe, a ese parque convertido en centro de acopio, a ese café ahora en ruinas donde nos encontramos  apenas la semana pasada?… los otros, esos otros que son mi vida, se rompen todavía las manos y el alma para rescatar a esos otros que también son nuestra vida, porque saben que ese café, esa esquina, esa calle y nuestras vidas sin ellos, ya no serán las mismas…

Tercer Sorbo

… —en este momento estamos ingresando en territorios del sateluco… por su seguridad les sugerimos permanecer en el vehículo con las ventanillas cerradas…

… —el sateluco es una criatura  geográficamente damnificada que vive en  un gulag suburbano en el que otras especies no prosperan y no incursionan por propia voluntad…

… —las criaturas que habitan  más allá de la frontera imaginaria establecida en una también imaginaria plaza de toros, consideran peligroso aventurarse en dichos territorios… el aislamiento ha hecho que a lo largo de los años, evolucionen en estas remotas tierras extrañas especies, como ocurrió en Madagascar, en Australia o en las islas Galápagos…

… los satelucos son homínidos sociales -casi siempre-, que regularmente viven en grupos familiares de hembras con sus crías y un macho no necesariamente dominante, aunque muchas veces, sobre todo hacia el final de la semana, se puede ver a hembras y machos adultos reunidos en grupos separados…

…existen cuatro subespecies conocidas: … 1) el sateluco meridional: vive más cercano a la frontera y es el más aceptado por sus vecinos de la ciudad con quienes comercia, coexiste y a veces se aparea…

…2) el sateluco central o puro: es el sateluco por antonomasia… él y sus ancestros son los habitantes primitivos de la zona… es profundamente territorial y sale de Satélite sólo en situaciones extremas…

…3) el sateluco septentrional o profundo: es el que habita más allá de Satélite… segregado por los satelucos septentrionales y centrales, rara vez se mezcla con ellos aunque se mimetiza a veces con mucho éxito… hay quien lo considera una especie totalmente diferente…4) el sateluco tránsfuga: es aquel que ha logrado mimetizarse exitosamente en los territorios vecinos de la ciudad… reniega siempre de sus orígenes satelucos, reacciona violentamente ante la presencia de un sateluco central y se opone activamente a mezclarse con los satelucos septentrionales…

… el sateluco se mueve en manada y se le encuentra sobre todo en los centros comerciales –endémicos de la zona-, y/o en su automóvil intentando salir o volver a Satélite… el sateluco tiene bien delimitados sus territorios y establece madrigueras permanentes, pero dado que sus fuentes de alimentación quedan casi siempre  a muchos kilómetros de distancia, emprende grandes migraciones similares a las de los Ñus (Connochaetes Alcelaphinae) en las áridas planicies del Masái Mara…  estas migraciones son cíclicas y duran en promedio 12 horas, es decir, que un espécimen que sale de su madriguera a las 7:00 am, normalmente intentará volver a ella alrededor de las 7:00pm…. se piensa que el constante trasiego de individuos ayuda a evitar la consanguinidad y a seleccionar a los ejemplares más fuertes y resistentes para la reproducción…

…hay momentos y épocas en que resulta muy peligroso incursionar en el territorio del sateluco porque es una especie propensa al frenesí… durante las horas del día en que las crías salen de sus centros educativos el sateluco reacciona con excepcional agresividad y se producen a menudo violentos ataques…

… le sugerimos mantener las manos dentro del vehículo y no alimentar a los satelucos…

 

El Poso de Café

…si es fácil malinterpretar un mensaje, imagínate un silencio…
…Atte: El malinterpretador…

 

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