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Muererío. Hortensia Carrasco

Desmesura

 

El cielo es como una sábana hecha de retazos

ya no cobija ni distrae a los milanos

que espantados por los gritos de una niña

avientan sus plumas a otras arboledas.

Aquel grito solo lo escucha una lluvia punzante

las hormigas, los jumiles que zumban la tarde.

No hay armonía en el sonido de los cuchillos

en la carraspera de la soga

en el ladrido de la sangre.

Mañana la desaparición será el vaho en los ventanales

en el badajo que anuncie al doble la muerte

en el café que humedecerá el pan de los dolidos.

Y las canciones en Tierra Caliente dirán

que ya nunca temblará la mazorca

y la caña será una mueca amarga en el campo

y que unos hombres agrietaron la vida

con su turbonada de odio y malicia.

 

 

Profundidad de campo

 

Mira qué paisaje se nos encarna en la cara.

Llamea el miedo por adentro de los árboles.

El viento es un perro cojeando

Nos aúlla nos gruñe calmoso.

Yo miro un coágulo de mujeres

siento que me abrasa una punzada.

Es frondoso el estallar de lo que no está

es la huidera de recuerdos que nos criba el sueño.

Aquí la vida es un pingajo

se va humillada por el lenguaje de una bala

por el brillo babeante de cuchillos.

Tras los ondeantes cocoteros hay tristeza

y el sol como cebada descompuesta

hace que fulgure la espuma de la infamia.

 

 

Poemas del libro Muererío, editado por editorial Tintanueva

 

 

Hortensia Carrasco, Acatlań, Puebla (1971) ha publicado diversos libros de poesía como Poemas del encierro, La habitante, El libro del mal amor y Muererío. Ha sido ganadora de premios como el Interamericano de Poesía Navachiste Jóvenes Creadores en 1999 y el Premio Nacional de poesía María Elena Solorzano.

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