Libretas de materia inútil

discursos interiores

Víctor Hugo Díaz
(Santiago, Chile, marzo de 2016)

 

En lo personal antes de armar poemas uso libretas, anotando de a poco, sumando, restando y luego construyendo en un tiempo y lugar. Paralelamente y yendo a lo importante, que es este libro inaugural de Ana Mónica Vílchez y su aporte, es que aquí las libretas verdes no son sólo el lugar de acopio de la materia prima simbólica de su poesía, sino que también son parte del texto, son en sí imágenes y figuras dentro del poemario, como soportes sustantivos que abren las puertas y las tapas al lector.

 

discursos interiores

 

Víctor Hugo Díaz
(Santiago, Chile, marzo de 2016)

 

Discursos interiores
TEORIAS SOBRE EL ROMANTICISMO
de Ana Mónica Vílchez
Hanan Harawi Editores, Perú, 2015

 

En lo personal antes de armar poemas uso libretas, anotando de a poco, sumando, restando y luego construyendo en un tiempo y lugar. Paralelamente y yendo a lo importante, que es este libro inaugural de Ana Mónica Vílchez y su aporte, es que aquí las libretas verdes no son sólo el lugar de acopio de la materia prima simbólica de su poesía, sino que también son parte del texto, son en sí imágenes y figuras dentro del poemario, como soportes sustantivos que abren las puertas y las tapas al lector.

Las libretas son un método y estrategia textual, practicada por muchos y muchas poetas; esa recopilación permanente que puede construir una ruta lineal o diversa. Ellas tienen la capacidad del registro, Libretas de materia inútil que finalmente se convierten y resuelven en poemas.

Estas, al final, se quedan en algún rincón pero permanece lo escrito. En este caso insisto, en esta obra, puede que existan o no, que sean reales o no, pero son metáfora de la observación y la experiencia; y desde aquí es de donde nos adentramos y empezamos a leer este intenso libro.

La voz que habla o el ojo que toma apuntes y que ha aprendido a creer y crecer, a pesar de sí y en su contra, imagina y decide en base al estado de sus lágrimas, cuando el presente se acrecienta como un gran árbol, cuando se quiere pensar cada noche que no duela ese vacío en su cama, ese plato menos, esa ropa inmóvil, ese sueño negro, mientras el mundo sigue y esperamos quietos algo; una conversación telefónica.

Esa noche se acabó toda la niñez que guardaba mi futuro../ Yo adoraba mi tristeza nocturna, azul, silenciosa/ La arropaba, la compartía, la escondía de mis risas.

Nuestros muertos celebrados nos recuerdan Ana Mónica, y es un girar la cabeza de pronto hacia atrás, como una mano que nos toca el hombro para bailar una música gris/ como los seres simbólicos que somos, viendo el rostro de la ausencia, de nuestra historia, donde no pudieron/ sembrar en sus cuerpos más que rosas marchitas.

Pero después se busca un poco de calma, huyendo hacia cualquier abrazo que parezca algo nuevo, aunque el sistema laboral y la rutina contemporánea, global, se vuelven un aterrizaje forzoso en lugares con tan poco de mí.

La escritura en sí también se cuestiona en este bello libro ¿cuál es el escenario? ¿está en lo escrito o en la cancha de la vida, donde se acumulan fracasos y fatigas en cajas de zapatos?

No escribo porque no llegaré a otro lugar que no sea esta mesa/ donde explico un hecho tan simple como no soñar/ con la guerrilla o con un verso:/ los sueños son válidos si pueden ser realidad./ Lo demás es una pérdida de tiempo.

Tras este viaje íntimo y público que me permitió la poesía de Vílchez, sólo me queda destacar la habilidad del texto para constituirse en unidad, mediante la presencia de los conceptos Teoría, Discurso y Romanticismo en sus distintas interpretaciones al inicio de cada fragmento y la cita de diversos poetas, armando así una red significativa que le da sentido y materialidad a estas libretas verdes, impidiendo que se deshojen y confirmando la buena salud de la poesía peruana actual.

 

Las libretas

 

  

Ana Mónica Vílchez (Perú) 

Cabeza de coliflor
Sanmarquina de letras y melodramas,
Con sana preferencia por la ebriedad y la locura
Cultivada desde casa
Enamorada de Julio, Luchito, Jorge Eduardo
Y una Mujer llamada Janis
Me atraen las calles oscuras y solitarias.
Las que me dan miedo,
Como a mi corazón.

Compartir

Otras cosas que podrían interesarte

Poesía de Laureano Asoli

Silenciosa e invernal El cielo genera sombrasa través de las hojasque iluminan la nochesilenciosa e invernalmientras silban los autosrecorriendo Boulevard

Leer Más