La pluma crece en la palma de la mano. Selección poética de Adriana Tafoya  

 

 

 

La pluma crece en la palma de la mano

 

 

Un taller de creación poética se propone como un espacio donde aquello que concebimos por literatura quede unos segundos en suspenso, para dar oportunidad al desarrollo de la creatividad y la capacidad individual a su encuentro con la conciencia del lenguaje y sus intrincadas contradicciones.

 

 

Ahora se presenta esta muestra poética; primera generación resulta del taller de poesía “La pluma crece en la palma de la mano”, convocado por Centro Cultural Futurama  y Centro de Arte Bicentenario Hugo Gutiérrez Vega, en la Ciudad de México, donde los lectores podrán encontrar veintiún voces transgeneracionales con mucho de lo que apuntala el poeta Enrique González Rojo Arthur; “amo aquella poesía…/ aquella que si primero nace como el aullar de lobeznos perdidos en el cosmos,/ madura al convertirse en lanzallamas de fonemas corrosivos”.

 

 

Sin duda, esta es una selección que viene aún acompañada por el sahumerio de astillas, limaduras y recortes de variados metales, de las herrerías del poeta y su trabajo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Confidencia

 

 

Confieso ante ti

todo poderoso

lector de poesía

que soy una santa

poeta de habito

nocturno

Y devota

al poema y al ateísmo.

 

 

Jamás he pecado,

de ningún modo

me he aprovechado

de las inocentes pupilas dilatadas

con temor ante la oscuridad

de lo desconocido

para pretender que caigan

como ligeras plumas arrodilladas

a los pies de una doctrina.

Ni en pensamiento

he practicado la soberbia ni envidia

después de versar poesía

con la hoja blanca.

Ni en palabra,

siempre engullo la más roja

carne en viernes santo.

Es pecado de obra

antítesis a los raquíticos

cuerpos desvanecidos

en la desolación de las calles

no engullir.

 

 

Jamás he asistido a la iglesia

para dar limosna

al padre que bebe

en copa de oro ajeno;

vino echo de la vid de espíritus cegados

por el rayo látigo.

Porque

dar dadiva divina

insta a pecar de omisión

contra el mendigo;

guardián de pórticos

desterrado del útero

eclesiástico.

Dar exime en nombre de dios

la práctica del desprecio.

 

 

En ninguna ocasión

he trastocado la pureza

del verso por caer

en la práctica de la hipocresía

cristiana a pesar de los infiernos

que del cielo de los hombres

-como oraciones lengua de doble filo

y más despiadadas que el infierno de Dante-

han caído sobre mí.

No he dejado ni dejare de creer

en la compasión humana y la poesía

por los milenios de los milenios;

amén.

 

 

 

Alma Delia González Carrillo

Nació en 1988 Ciudad de México. Es asistente educativa en CONAFE.

Ha participado con su obra en diversos Encuentros de poesía.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Vienes a mí, vengo a ti 

 

 

Dices mi nombre

como un río de pájaros.

 

 

Digo tu nombre

como si fuera la primera vez.

 

 

Vienes a mí

cargando un paraguas de estrellas

que me iluminan.

 

 

Vengo a ti

cubierta con una capa de espinas.

 

 

Me abrazas:

un mar escarlata

tiñe la nieve de tu piel.

 

 

Tos ojos adoloridos se cierran.

 

 

 

Magdalena Gárate

Nació en la CDMX en 1975. Profesionalmente se dedica a la edición y la corrección de libros de texto. Es Licenciada en Letras por la UNAM.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Niño Mosca

 

 

Hoy, una familia de moscas desayuna en el patio, ciento veinte larvas y cincuenta precoces niños. Sus hocicos tubulares hacen de popote y toman el jugo de naranja. El salero en la piara complementa la escena; me parece que aún es una familia decente a pesar del regodeo en el excremento.

 

 

Uno de ellos tiene pulmonía, no vivirá más de setenta y dos horas. Confía en que el tiempo se detiene con sus padres, quienes aún no le hablan de la muerte o la impermanencia del budismo. Desde el segundo piso los veo, les aparento alegría, pero estoy  deprimido y me conformo con que me tomen en cuenta.

 

 

Emprendo la limpieza de la casa. Por la tarde, coloco velas, fruta y suculentos postres. Bajo al patio e invito al niño con pulmonía a tomar un plato con dulce de calabaza con leche. Ya en la mesa, lo come; bebe el café con canela y piloncillo. No habla, pero lo veo recuperarse, incluso adquiere algo de rubor. Inmaculado se levanta como un medallista olímpico. Es radiante y sorprendente como los moscardones en el panteón, su semblante es un enjambre de avispas negras y jóvenes.

 

 

En la sobremesa le ofrezco orientación vocacional. Le platico de los recursos de la poesía, le comparto que esta actividad es absurda; lo pierdes todo solo por saludar a tu amigo Esteves por la ventana. Un artista vive historias sobrenaturales, tan intensas, que se queda sólo. Después dibujamos, hacemos su retrato en el papel de las tortillas. Lo utilizamos como boceto y lo pasamos a una enorme hoja de algodón. Le digo que a eso le llamo un encantador retrato psicológico.

 

 

Lo miro con nostalgia y decepción; ya sólo tiene 45 horas de vida. Muy a pesar de lo que se cree, las moscas viven más de seis días; hay unas que han llegado a los catorce. Bromeamos y le comento que el amor de nuestras “viudas” nos acompañara por el resto de nuestra vida. Yo soy el que más habla; él vuelve a palidecer mientras toce. Quiero pensar que entre los dos creamos una comunidad de artistas atormentados pero incluyentes. Nos quedamos dormidos. La fe escurre en el sudor y de nuestras manos cae. Para qué luchar, para qué escribir, por qué pintar nuestras naves de colores si ya no vamos a cruzar la galaxia. El destino se está desmoronando. Nuestra historia es el traste de porcelana que no supera la pandemia.

 

 

Mientras vemos Netfix  sus padres llaman cada quince minutos. Le dicen que baje, que lo van alistar para envejecer. ¿Cómo ver cine de horror sin que mayores desgracias nos interrumpan?, observo la máscara antigás de la mosca, tarde o temprano lo viviré, seré enfermizo para después morir.

 

 

El viento pesa como el plomo

se vuelve naranja y luego carmín;

nace el atardecer.

 

 

Adiós. Le digo a la mosca y cansado me encierro. Mañana amanecerá muerta. En el estudio sus lápices de colores, su retrato en acuarela y el bonche de cuadernos pintarrajeados, sin terminar.

 

 

 

Iván Villaseñor Castañeda

Nació en la Ciudad de México en 1972. Es licenciado de la Escuela de Pintura, Escultura y Grabado “La Esmeralda” INBA. Del 2016 al 2020 ha dibujado y escrito el cómic: El ojo del ermitaño, Patito Araña´s experience; de próxima aparición en la editorial Dark Horse con sede en Portland EUA. En el 2019 con apoyo de Dark Horse es nominado al premio Eisner en San Diego en la categoría de cómic digital en línea y gana mención honorifica.

En 2015 Publicó en el Taller de Creación Literaria, números; XVI y XVII. También ha publicado en la revista Academia Literaria de la Ciudad de México, La Llama Azul; números 4, 8, 9 y 11. Ha ilustrado más de 12 números de esta misma publicación. Se ha manifestado principalmente como artista plástico y  recibió el apoyo del FONCA. Actualmente escribe poesía y cuento.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Caníbal

 

 

Despeñada está la bestia

en abismo que gruñe para adentro.

Coágulos de humanidad cubren su hocico

y la mirada roca muerta

que le protege del espejo

pues es máscara, su fragua de brillo y luz

cuando más cara, sufraga la muerte quieta

y así mascará su fragancia de agua inerte,

apetito voraz.

 

 

Sin fin de rostros enmudecidos

escurren, cual palabras marchitas

de un sediento hocico

que entre jadeos de sangre y sal

remolca la penumbra.

 

 

 

Anidro Azabache Laru. Nace en la CDMX en 1988. Tiene formación en Historia y ha incursionado en actuación. Es poeta y narrador. Aportó con sus textos al programa de radio por internet “el espantapájaros” en 2014 y 2015 bajo el seudónimo de “Hermes Demián”. Recientemente ha participado en diversos eventos, como el 13º miércoles de poesía itinerante (2019), la “caravana literaria musical: encuentro de escritores de México, Sudamérica y el caribe” (2019), la primera lectura del ciclo poético “El núcleo de la roca” (2020), la mesa redonda “la poesía hoy y su retorno a la oralidad: jóvenes escritores  y campeones del torneo de poesía opinan” en la FIL del palacio de minería (2020), así como diversos eventos de difusión cultural (poesía) en el Colegio de Ciencias y Humanidades de la UNAM.  Su primer libro El grito rojo de la noche, tendrá pronta aparición bajo el sello de Verso Destierro.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Cetáceo

 

Yaces varado en medio del mar verde,
de los espesos ahuehuetes que engendró
Nezahualcóyotl, el rey que fue poeta.

 

 

Magnífico cuerpo centenario
testigo de la caída de tus ídolos,
la invasión norteamericana,
el levantamiento de un castillo.

 

 

Tu cadáver, refugio del amor fresco,
del pandillerismo adolescente.
Postal de dorado domingo.

 

 

Tu paradero se consulta al espíritu
del bosque de México.

 

 

En la vecindad de la Calzada de los Poetas
se escucha un susurro

que busca al coloso muerto.

 

 

 

Alejandro de la Soledad 

Nació en la Ciudad de México en 1992. Pasante de Comunicación y Periodismo, FES Aragón.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El amor es el opio del pueblo

 

 

antes lo buscabas en el parque,

ahora en Instagram y Tinder.

 

 

Lo que sea con tal de no soportarte a solas.

 

 

El cuento es siempre el mismo:

ignorar a la razón;

el enamorado es un masoquista

que no ha superado la moral sexual cristiana.

 

 

El afecto, solo al por mayor. El sexo, depende del día.

 

 

Barra libre de amor enlatado: bueno, bonito y barato

pero con sabor a dependencia.

 

 

El miedo te pisa la cabeza,

pones a la insensatez en un altar y le llamas amor.

 

 

 

Daniel Blázquez Tielas

Nació en Vigo, España, en 1991. Escritor y agricultor esporádico. Hay textos de su autoría dispersos en Internet, la mayoría de las veces no firmados con su nombre.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

1.

Min itifálico

Mi vagina cercena

tu carne tártara.

 

 

2.

Y por el cielo

enramado va el viento

luz, desnudándose.

 

 

3.

Como panales

celdillas de monarcas

mil mariposas.

 

 

 

Paola Landa

Nació en la Ciudad de México en 1982. Cantante, Artista vocal, soprano lírica, como cantante puede ir de un género a otro, aborda, música regional mexicana, música de concierto, jazz, música libre e improvisación, posee una gran creatividad escénica y teatral.

Semifinalista en los concursos Las Nuevas Voces del Bolero en su novena emisión, transmitido por 1220AM XEB. IMER  y el Concurso de Canto Olivia Gorra 2018.

Finalista en el concurso la voz Casino Life. Ganadora del primer lugar en el concurso de canto La voz EXA.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El hombre del sombrero

 

 

Guayaba con leche

tu esencia de fresa, piel de chocolate. Corazón

de azúcar, mueca de limón, cabello de leche

dulzura de mango y la necedad del tamarindo.

Un cielo azul, nubes de coco y destellos

de vainilla te invitan a caminar. Una lluvia

de arroz te sorprende, te salpica de café.

Un arco se forma. Lo acicala una roja cereza.

La tina y el bote ya no contarán ni bailarán

al ritmo del sombrero y  del barquillo.

Unos lentes de vaso colgados permanecieron. Crujientes

chicharrones en caja, sabores surtidos y fríos

ya no viajarán en triciclo amarillo

entre calles que suben y bajan

al compás de un grito alegre, fuerte y sonoro:

¡La nieveeee!

 

 

 

Sirenia Muñoz Malagón

Nació en Guanajuato, México, en 1965. Obtuvo mención honorífica en el Torneo de Poesía “Adversario en el Cuadrilátero”, Faro Tláhuac, 2014. Su obra poética ha sido publicada en diversas antologías, entre ellas; Pétalo de hierro, Colectivo Entrópico (2015) y Las voces del fauno, Colectivo Entrópico (2015). También ha publicado en las revistas; Reflexiones para un mundo plural Morbífica. En 2017, tomó el Taller “La voz de un poeta en la Ciudad”, impartido en el Museo de la Ciudad, por Adriana Tafoya. Sus más recientes publicaciones han sido en la revista “Piraña”(2019 ) y en Neorama Poesía desde casa (2020).

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Amor

 

 

Que hay amor, me dices;

en la iracunda estridencia de tu voz, que me apaga

y hace trepidar mis pequeñas piernas.

En tus manos que -de tajo-,

sepultan mis llantos con bofetadas de hombría.

En tus juicios tan cargados de la infancia, que me castran.

En los ojos que, decepcionados, me sentencian.

En las tachaduras furiosas

que me heredas a cintarazos en la espalda;

eterno recordatorio de mi pueril desobediencia.

 

 

No hay duda que hay amor en todo eso

pero un amor que desde mi rincón oscuro, bajo la cama,

no comprendo.

 

 

 

Eduardo Salazar

Nació en Julio de 1975 en la Ciudad de México.

Diseñador Gráfico de profesión. Poeta y amante de la fotografía.

Ha participado en algunas Antologías y Encuentros poéticos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Linaje

 

 

Para mi linaje, la sed de púrpura esencia humana

es indomable.

La última porción de vida, ese latido de aliento final

derramándose, revela el misterio de lujuria

que nos habita.

Dulce multitud de día reina, alimento

de la más pura pulsión de la noche.

En la escala de la evolución prevalecerá nuestra fuerza,

no somos dioses, somos nocturna inmortalidad libre

de ese crucifijo llamado alma.

 

 

Humano dolor

la sangre derramada

Eterno manjar.

 

 

 

Celso Grande González

Nace en el Distrito Federal, México, 1964.

Estudió la licenciatura en Economía en la Universidad Nacional Autónoma de México.

Es consultor en sistemas de gestión de calidad ISO 9001.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Orígenes

 

 

De dónde soy -me han preguntado-

es la incógnita de siempre.

Quiero pensar que vengo del desierto y del arado.

Me pondré un sombrero zapatista, camisa blanca, los huaraches.

Quiero beber vino en ley seca, vivir del contrabando

cruzar la frontera, ida y vuelta, pasar como si nada.

De dónde soy -me he preguntado-

es la incógnita de siempre.

Pensar en un comercio de pulque y de nopales,

usar enagua, rebozo, caminar descalza.

Escarmenar la cabellera,

tejerme una trenza.

Cubrir el dedo índice, bañarlo de ceniza, llevármelo a la boca.

También compito con Hefesto; en la fragua los dos golpeamos el acero.

Sabemos del chirriar del fuego con el agua,

del uso del martillo, del yunque y la tenaza.

¿Qué de dónde soy, me preguntan?, —de la Nada.

 

 

 

Martha Francisca Medina Austria

Nace en Distrito Federal, México, 1955. Universitaria, normalista. Promotora de lectura y narradora. Alumna de los talleres “La pluma crece en la palma de la mano” y “El taller de la noche”, que imparte la poeta Adriana Tafoya. Textos suyos aparecen en las antologías Ciudadela de orfebres, Ediciones Entrópico2018, Crónicas de octubre, CCUT, UNAM, 2018, Crónicas de Tlatelolco, CCUT, UNAM, 2019, Crónicas y relatos de vida. Ciclo 19. UVA, CCUT, UNAM, 2020, entre otras.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Seis-seis-cuatro

 

 

Hueles a tacos y marihuana.

Hueles a un pericazo en el baño

de un bar en la sexta.

 

 

Hueles a Dandy sureño

montado en una cebra

bebiendo cerveza. Huele a prostitución,

a narcos, a banda, a norteño, a mal verde y mota.

Hueles a the doors, a sobre ruedas, a la villa, a la cacho y el florido.

 

 

Hueles a un rio de cemento.

 

 

Y me sabes a cerro colorado,

a playa, a división.

Me sabes a refugio del mundo.

 

 

You taste like french.

Like american, japanese, italian, Haiti

Cedemex, Chiapas, Puebla, Oaxaca, Sinaloa, Sonora.

 

 

Me hablas en inglés

En français

Nihongo, dutch,

Io no parlo una parola di italiano

Ni caló Haitiano.

 

 

Te veo con tus plebes tirando carro.

A suato, a la “mushasha esperando al mushasho”.

A la jaina que le mataron a su vato.

Me sabes a madre soltera con tatuajes y rolas de Jenny Rivera.

 

 

Aquí, donde lo correcto es ambiguo,

te ves como un cholo trajeado,

como un haitiano que vende tacos.

 

 

Me sabes a una playa gris y fría como tu cerveza.

Me sabes a nostalgia, a mi vida, a mi escuela.

Me recuerdas a Cimarrones luchando contra Galgos.

Me recuerdas al amor de mi vida que se cansó de esperar.

 

 

Y ganas en pesos y gastas en dólares.

Luchas todos los días por borrar tu pasado.

Por tus prostitutas

y su legado

Por tus balaceras

y sus asesinados.

Por tus cerros, por tu presa, por tus parques, por tus baches.

Por los momentos extraños.

Por tu esfera que promueve cultura.

Por tus tijeras que solo dan dudas.

 

 

Por tus cholos que riman en norteño.

Por la maldita discriminación al sureño.

 

 

¿Qué no aquí todos persiguen un sueño?

 

 

¿Qué hay de tus apellidos?

Sánchez, Reyes, Gómez,

Peterson, Jordan, Skinfield, Willys,

Wong, Han, Park,

Cuatle, Goutard, Laurent.

 

 

¿Qué hay de tu música?

De los Tucanes, de la Venegas y tu Fusible.

 

 

Tienes mi amor, mi cielo, mi corazón, mi familia,

los disque amigos y la que su nombre

-todavía- me quema en el pecho.

 

 

¿Qué hay de ti?

que tienes luchas todos días

para desarrollar una identidad.

Por resaltar con tu maravillosa

diversidad.

Esperas a Santa Claus, el Thanks giving, Halloween

y atascarte de nachos con el super bowl.

Celebras dando el grito

y descansas en el aniversario de la constitución.

 

 

¿Qué hay del miedo que no regrese mi hermana a casa?

¿Qué hay del miedo a que mi padre caiga en una balacera?

¿Qué hay de mí?

¿Qué hay de nosotros?

 

 

Aquí te llevo

y te escribo

para recordar que a 2700km

estás en mi pecho.

 

 

 

Michel Zamudio

Nació en 1991. Es Maestro en Ciencias y Poeta. Es primer lugar del concurso de poesía organizado por la sociedad de alumnos en la Facultad de Ciencias Químicas e Ingeniería en la Universidad Autónoma de Baja California (2013), ganador del concurso “un día en la vida de un becario CONACYT” organizado por el grupo BCSC (2019) y publicado en la revista virtual literaria Trinando (2020). También fue finalista en el “Poetry Slam Stories 2020”.

Es actual competidor en la edición 2020 del concurso “un día en la vida de un becario CONACYT”.  Dueño del blog “pensamientos para no pensar” desde el año 2010 en el cuál se encuentran poemas de su autoría.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Historias

 

 

Hay historias que lloran y se desgarran el alma en los parques del abandono o en cualquier oscuro lugar desquiciado por la indiferencia.

 

La banqueta bosteza y se abraza a los sueños de aquel ser, que como animal herido, no tiene nombre a los ojos del buitre que lo juzga, lo traga y lo escupe.

 

Hay días que se alimentan de miedo o locura inexplicable; viven muriendo o mueren a la vida.

 

Los días tienen vida, pero a esta se le acaban las horas.

 

Hay historias que sufren y tiritan de frío al desamor de la plateada noche. Aquel ser tiene rostro, nombre y apellido, pero es invisible para esos días que bailan, que gozan a carcajadas.

 

Aun así, aquel ser -marioneta desgastada-, sale al encuentro de esos días que besan y acarician.

 

Hay días que tienen historias y hay historias donde los días cuentan.

 

 

 

Araceli Mendoza Osorio

Distrito Federal, México, 1967.Instructora Hatha Yoga, UNAM. Terapeuta en Medicina Alternativa, Chapingo. Egresó del CCUT, UNAM, “Abuelos Lectores y Cuentacuentos”, Generación 13. Hizo Lectura dramatizada con la directora Sandra Félix en el Foro Polivalente María Antonieta Rivas Mercado, en la Biblioteca de México. Actuó y colaboró en el diseño de vestuario en Casa de la Paz bajo la dirección de Sofía Salomón G. de Artes Escénicas, UAM. Participó en obras de teatro en el Foro Cultural José Martí dirigida por el profesor René Delgadillo. Hizo el Taller de Expresión Corporal, Foro Casa Romita con Donnovan Santos. Se presentó  también en el Foro Jesús Romero Flores. Ha participado con sus textos en los «Miércoles Itinerantes de Poesía», organizados por la Editorial Verso Destierro.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Deseos

 

 

Cuando mires al vecino

dale los “buenos días”, las “buenas tardes”

y sonríe

deseando que su gato caiga por la marquesina

para que deje de robar las croquetas de tu perro.

 

 

Que sus flores se marchiten

que no haya azúcar para su café.

Desea que no encuentre pollo en el mercado

que los frijoles se le quemen.

 

 

Que resbale en la regadera

Se le acabe el agua caliente

que regrese temprano del trabajo

y encuentre al camión del gas frente a su puerta.

 

 

Que se le pique la llanta y no le den el ascenso

que su hija adolescente se embarace y su hijo caiga en drogas.

Que su madre se atragante con un chisme

para que recuerde

que no te quiso prestar su clave del Wi-Fi.

 

 

 

Jesús Rosas

Nació en octubre de 1994 en Tehuacán, Puebla. Poeta y Biólogo de profesión.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Hedonista

 

 

El deseo y la ansiedad como leones al acecho

devoran los recuerdos y las ilusiones.

No conozco otra salida que el comienzo,

necesito llegar al infierno para vivir.

 

 

El deseo y la ansiedad vuelven a este cuerpo

como demonios tomando de rehén la piel,

volviendo al corazón desenfrenado

para ahogarse en un grito de placer.

 

 

Esos animales con sus garras y dientes

que devoran los días y las noches

siempre aparecen de entre la bruma

pero no son más que mi esencia

sin emerger.

 

 

 

Edwin Reséndiz Ortega

Nació en la ciudad de México el 16 de enero de 1992. Vocalista y compositor. Actualmente forma parte de una banda. Estudió cinematografía y en sus ratos libres pinta.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Zapatos millonarios

 

 

Eres la bonanza de tus padres

y la burla áurea de tu estirpe.

Te avinagra un triunfo que no es tuyo.

El bulto de tu nombre estallará en tu frente.

 

 

Niño dorado, volcán de punta blanca,

artimaña de expansiva mierda;

pisoteas con lindos zapatos millonarios

el hambre de niños derrotados que te admiran.

 

 

Crecerán contigo los tenis de oro

y pisarán con la inmaculada suela su miseria.

Irás por ahí con un fastuoso apellido que te estorba

y con infelices zapatillas de oropel.

 

 

 

Laura Ilarraza

Ciudad de México, 1984. Periodista y editora web.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

(Haiku)

 

 

Me arrepiento

de haber matado

solo tus sueños.

 

 

Dolor mereces

en tus ojos el miedo

me gusta mirar.

 

 

Suave cuchillo

cortaba tu garganta

como caricia.

 

 

 

Beatriz Lemus Sánchez

Nació en el Estado de México, México, 1976. Promotora de lectura y apasionada

de la poesía.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Crisálida

 

 

Yo no sabía qué eras

pero ahora ya lo sé.

Y no eras ni flor

ni mañana, ni noche

ni perfume. No;

eras tú misma

eras mariposa

en capullo

que salió

me quiso un poco

y se volvió a envolver.

 

 

Antonio Estrada Aguilar. Los Reyes, Michoacán, México, 1968. Profesor rural, maestría y doctorado en pedagogía. Poemas suyos han aparecido en periódicos locales como Presencia de Los Reyes y Semanario del Valle.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Orgasmo

 

 

Recordé

que cada que oprimía las emociones

yo era más vacío.

 

 

También era el vacío que quedaba

entre mis piernas

cada vez que no agotaba estas ansias.

Por eso agarre valor;

lo agarré de donde lo dejé

la última vez que lo invadí

antes de conocerte.

 

 

Ya con valor en mano

me lancé a tu espada

ésa que empuñas con tus caderas.

Y agonizó poco a poco

mi miedo se fue.

 

 

Lo maté

 

 

y despertando volví a sentir

me libere de la culpa.

 

 

Desde esa noche asesina soy

y no dejo de matar.

Yo

Única

Auténtica

-metamorfosis en plenitud-

confieso cuanto placer se siente.

Incluso

te invito a asesinar.

 

 

 

María Lucia Torres Martínez

 

Nació el 8 de febrero de 1995, en Tlaxcala. Es locutora, bailarina, cantante y sonidera.

La mayoría de sus textos permanecen inéditos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

COVID-19

 

 

(1)

 

Es divertido que el mayor enemigo de la humanidad, hoy por hoy, sea una entidad que ni siquiera tiene vida. El círculo se cierra.

 

 

(2)

 

Humanos: Mueran en sufrimiento por su arrogancia ante la naturaleza que los ha cobijado.

 

 

(3)

 

Quien transgrede las cadenas de vida, verá regresar un efecto multiplicador.

 

 

(4)

 

La malicia requiere de una víctima y de ofender a alguien más.

 

 

(5)

 

Virus inerte

Humano languidece

Erosionado.

 

 

 

Xavier Díaz Trejo

Nació en Ciudad de México en junio de 1967. Estudió Ingeniería en Computación en la UNAM y actualmente ejerce su profesión en su ciudad natal.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 Mi raíz

 

 

Pueblos de lluvia, de nube y de tequio.

 

 

Tierra sinuosa y feraz; de hombres que labran la tierra hasta marcar los surcos en la piel.

 

 

De mujeres que bordan su historia en huipiles y trenzan sueños coronados con flores.

 

 

De niños que crecen lanzando al viento esperanzas aquende de sus raíces y, pacientes, las dejan secar al sol.

 

 

Gente de costumbres y palabras antiguas, de lenguajes floridos entre montañas y valles.

 

 

En tierra besada por el mar, regada con estrellas y luz de luna. Simiente de líderes beneméritos, de emigrantes olvidados y de caminos a ningún lado.

 

 

No les perdonan.

 

 

No perdonan sus costumbres. Les desprecian y humillan quienes no les conocen.

 

 

Pero a pesar de ello, se levantan y bailan chilenas, ponen ofrendas con mole, pan y mezcal. Extienden sus brazos y hacen guelaguetza para toda la humanidad.

 

 

 

Lucía Eva López Claudio

Nació en noviembre de 1961 en Juxtlahuaca, Oaxaca Estudió Optometría. Asistió al Taller de Creación Literaria de la Universidad Obrera de México “Vicente Lombardo Toledano” CDMX. Participó en el “Taller de Iniciación a las Investigaciones Literarias y Composición” con la poeta María Ángeles Juárez Téllez. Ha publicado en la revista Letra Franca, dirigida por Leopoldo González.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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