Esaú Corona
1
Para ti las manos que se agrietan en la sombra
para ti los salmos que se entonan
debajo de la mesa para ti la nieve negra
que nace de la tierra negra
para ti la sangre y el blues
la mezcalina y el semen.
Todo esto ofrendo para ti
Esaú Corona
1
Para ti las manos que se agrietan en la sombra
para ti los salmos que se entonan
debajo de la mesa para ti la nieve negra
que nace de la tierra negra
para ti la sangre y el blues
la mezcalina y el semen.
Todo esto ofrendo para ti
para aguzar en tus ojos la aguja de la venganza
para reñirte con todo el aliento que nos quema.
Otro incendio arde en lo profundo
en la noche se abre otra danza
se abre para abrazar
para brasear para abrasar
con fuerza
es el fuego que no alumbra
la luz que no aclara
la tea húmeda de la rabia.
Razones para incendiarte no me faltan.
Historias que despierten algo dentro de mí
para acabarte… para cavarte…
para acabar…
2
…para acabar con dios
desde el comienzo
hay que escribirlo con minúscula
no por el hecho de que una mayúscula
al inicio de un sustantivo determine…
pero dios no es propio
es siempre ajeno, fruto del miedo,
germinado en colectivo, hacia adentro.
Para acabar con dios hay que cerrar los labios
de la madre y la boca del padre
serrarlos antes que sus ojos,
hay que cortar el dedo índice
que nos indica el camino
hay que dejar de oír el eco de los pasos
borrar el rastro
ser el viento que deshace las huellas
fragmentadas.
Para acabarlo hay que al final de todo
omitirlo