Ella era el mar
playa dorada junto a sus olas
místico cantar de sirenas que no se ven
sólo se sienten
Era la bruma y la tempestad
la marea calma y la embravecida
el oleaje infinito alrededor del mundo
y el golpear sobre las rocas su romance
Era la espuma y la burbuja en la arena
y la eterna sal de sus ojos en el océano
Ella era el mar
incontenible turquesa
Ollin de siempre movimiento
y de vez en vez
cuando el llanto era insostenible
inundaba el continente de tus manos
Ella era el mar
Cigarra
Despejar la memoria
acudir a los túneles
del sin tiempo, sin nada
apagar la luz
encender una vela
permitir al silencio
recorrer este espacio
malhumorado
Desgajar la noche
y sentirse grillo
frotando las patas
cantar doliéndose
y atizar el fuego
morderse los labios
y apuntar la garganta
hacia el cielo infinito
tocarse los pechos
llorar la sequía
perderse en la bruma
de tanto abandono
de tristeza callada
de violeta nostalgia
temblando en mi vientre
pedirle a la noche
que calle, que ciegue
y a los ecos que mueran
Quedarse dormida
insertarse en un sueño
donde el alma que flota
se sumerja en la calma
y se vuelva cigarra
Tu desnudez
Me aproximo a tu desnudez
tan gratamente tatuada en mi piel
reconozco su aroma y el sudor
y el sabor inconfundible de tu pecho
bocas ausentes de mentiras y atropellos
solo la clara nitidez de las palabras
solo tu mirada posada en mi mirada
cántaros frescos fluyendo entre los labios
Me aproximo a tu desnudez
único refugio donde mis poros
conocen tu epidermis de principio a fin
sendero a mi hogar donde la cama
es paraíso de caricias y gemidos
donde la alondra prende su canto
y la mariposa monarca trastoca el vuelo
en el que encuentra libertad y placer a un tiempo
Es tu desnudez mi colorido vestido
la flecha que apunta mirando al cielo
orgía de zenzontles de canto etéreo
y agazapados tigres buscando mi centro
noria de mi pozo repleto de deseo
polen de mi ovario galante aventurero
nenúfar que se posa en mis tibias aguas
y flota como en éxtasis cantando a la alborada
Sentir tu desnudez es un obsequio
palparla el anticipo que llega hasta la gloria
oler su aroma natural es el presagio
de que termine como siempre naufragando
entre la obnubilada sensación de estar perdida
y embriagada de placer entre tus brazos
no te alejes, mi bien, en estos años
tu desnudez ha sido y será mi mejor puerto
Alma Estela Suárez Mendoza estudió en la Universidad Nacional Autónoma de México en la Facultad de Odontología, con maestría en Odontopediatría. Escribe poesía desde 1987. Ha participado en diversos talleres de poesía: Casa de Cultura Reyes Heroles, con el poeta Saúl Ibargoyen y la poeta Mónica Suárez. Es promotora cultural de la poesía a través de su proyecto El Biombo Poético cuya misión es promover la lectura de la poesía y dar a conocer el trabajo de varios autores mexicanos y extranjeros, a través de carteles que se exponen en un biombo. Con este proyecto participa en el Festival Internacional Palabra en el Mundo y en el Movimiento Poético Mundial (World Poetry Movement), promoviendo a través de la poesía la paz en el mundo. Ha participado en varias ocasiones en el Encuentro Internacional de Mujeres Poetas en el País de las Nubes, en cuyas antologías se han publicado varios de sus poemas. Ha publicado también en las revistas culturales electrónicas Veneno, Razones y Pasiones de América Latina y en Sabersinfin de Puebla. En 2012 publica una antología en coedición del Biombo Poético con el Proyecto Letras Independientes: Que no callen los poetas, memorias de la antífona, prologado por la poeta Dolores Castro. Recientemente en 2014, 2015 y 2016 ha participado en el Congreso del Colectivo Mujeres en el Arte en el Palacio de Bellas Artes y también en lecturas de poesía del LibroFest de la Universidad Autónoma Metropolitana. Es autora de los poemarios: Me lo dijo la luna, Cartas para mis abuelas y Poe-Chiquitos. En 2018 tomó un taller de Cuentacuentos con el actor Guillermo Murray. El 8 de marzo de 2020 realiza con El Biombo Poético una exposición de carteles en la Ciudad de México en contra de los feminicidios en el mundo.