Circunloquio de luz

La que no tiene nombre la invisible

 

Por Mirna Valdés

 

La que no tiene nombre la invisible

 

Rodeo de palabras para expresar

algo que podría haberse dicho

de forma más breve.

 

 

Hipótesis

(premisa que tomo como base de mi razonamiento poético)

 

El obrero de la luz en su afanosa tarea, pinta con su brocha de oro la cúpula de la catedral. Dorados lingotes resaltan entre el caserío, en la cresta de la loma.

A cubetadas de ardientes ocres, el día se baña.

El sol persigue mis pasos, pero ya no estoy aquí, me he marchado.

 

 

Teorema I

Llegas en sueños a recoger de mi mano

la prenda de luz descubierta en tu hábito de luna.

Pido por todos, no sólo por mi.

Que tu magnificencia de claridad nos traiga paz

que tu imperceptible sonido nos ilumine

y que tu canto allane el camino

para volvernos a encontrar en sueños

sólo en sueños…

 

Teorema II

Si alguna vez vinieras

deja entrar tu ráfaga de luz

a las tinieblas en que vivo.

Sólo quiero comprender

la primigenia, plástica, terrestre luz  

que se arredra y penetra la piel.

Luz  que alumbra la profundidad

de las cosas que resplandecen

cuando las tocas y sonríes.

 No, más.

 

Corolario

Es en la profundidad de tu mirada 
cuando veo la luz que emanan las estrellas.  

Pozos, espesura, luz, contacto infinito en el mapa cósmico.

Si lo que veo en el cielo es la luz que quedó

como señal de la vida de una estrella, me pregunto

sino nuestro amor nacido en la retaguardia  de un cometa, 
es el reflejo deslumbrante, inalcanzable,

e (inasible), que hincó sus colmillos en el tiempo.

 

 

Conclusión

Salen cantos celestes de argentina luz

Volátiles, adictivos, sorprendentes.

Tu oficio de luna en el asfalto

se estrella como cristal,

nadie mira.

Hablas, pero no comprenden tu lenguaje.

Enclaustrada en la pantalla

la gente arrastra luz que brota 

y se revela.

Metálico resplandor de celular

cegando el ojo de dios que ampara

a desposeídos de palomas,

y luciérnagas magnéticas.

Persigo tus pasos,

pero ya no estas aquí,

te has marchado.

 

Epicúreo amante proteja

tu fulgor y lucidez

de todo mal.

 

Mirna V. Viveros 2018

 

Mirna Valdés Viveros (Ciudad de México). Soy una mujer de maíz, que anda en busca de la flor de la palabra. Creadora y promotora de los colectivos: Adict@s a la Poesía y Geografía de la Voz (Facebook). Twitter: @SoyRapsoda @Poetasquevuelan.

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