Casi poema / Media Maravilla

Oceána Mazanarez

 

Juntos

Somos media maravilla

La décima octava de un mundo deshabitado

Cuando nos miran

Somos estatuas utopías de un segundo

Nos queremos

                                Es demasiado

Para este mundo

                                   Bastan las siete maravillas

Para admirar y sentirse plenos.

 

El Libro salva!!

Camino por una noche de invierno, de enero.

La luna llena ilumina todo el mundo

Yo camino escondiéndome de sus tenues rayos, de su luz profética.

Camino con un NO corriéndome por las venas

Un gato negro se atraviesa en mi camino y la luna lo ilumina como personaje principal de una obra de teatro,

atravesamos la calle, solitaria, fría, silenciosa.

El viento frio congela todo lo externo

y el pensamiento en blanco que me guía esta tibio.

Las luces de un auto iluminan

La silueta que el No hizo de mi,

Abrigo largo, pelo alborotado, ojos llorosos.

La noche avanza  mientras camino.

En la mayoría de las camas alguien duerme y sueña.

En muy pocas camas alguien lee con una luz tenue.

Me detengo cuando miro un escaparate lleno de libros,

No leo los títulos solo contemplo el libro como objeto: delgados, gordos, muchos.

Las formas de los libros me devuelven a mi ser, a lo que era antes del No.

 

Sexenio actual

I

Quiero escribir Amor pero me sale Muerte…

El llanto de 43 padres es el ruido de fondo a veces tenue,  a veces fuerte.

Los desaparecidos, los no encontrados,

los vueltos cenizas, pedazos, cabezas…

son las imágenes que nadie debe metaforizar.

Somos todos los otros

Los otros somos todos

Quiero escribir Amor pero me sale Muerte…

 

II

 

Hacen falta rapsodas, juglares,

Y no porque no haya sino porque mueren, al decir, al ejercer.

Hace falta también alguien que se arranque los ojos

Para ver de verdad, para decir la verdad.

Sólo el acecho de la muerte en cada minuto, en cada rincón, habla…

A las siete de la noche

Disparos

Que entran en la rutina diaria: merienda, tv.

A la una de la tarde

Disparos

Que atraviesan la luz blanca del aburrido día.

A las tres de la madrugada

Disparos

Que despiertan de la pesadilla que se vuelve sueño cuando abres los ojos.

Te escondes, te salvas.

No sales, te salvas.

Te callas, te salvas.

Compartir

Otras cosas que podrían interesarte