Un hombre busca sortear un extenso campo que lo separa de una nueva vida. Una alambrada es la frontera que le permitirá escapar de sus captores. No conocemos la naturaleza de su presidio y tampoco la identidad de quienes lo persiguen, sombras igual de peligrosas, que aquellas alimañas que rodean al prófugo bajo la pesada noche.
El texto hace eco con la cita que Carrizales invoca de Kundera. Una muerte nos lleva a indagar y preguntarnos por el contexto y las razones: “El hecho de la muerte tiene su propia semántica y no da lo mismo el modo en que el hombre muera y en qué elemento muera.” Así inicia El ángel con espada y otras muertes, del destacado poeta, sinólogo, narrador y traductor Wilfredo Carrizales.
El libro cargado de intriga, pone en escena el sin sentido, pues nunca tendremos respuesta, un estrepitoso disparo nos deja ante un enunciado que se interrumpe, un texto que nos enrostra los infranqueables límites que sufren la libertad y la esperanza.
Otro de sus personajes, Bardonio, situado ante la piedra sacrificial da cuenta de su apatía y hambre. El desgano del hombre sólo compite con la vejez del animal que debe someter, un gallo que ya no sirve para procrear y tampoco canta. Frente al filo del arma se desata con violencia un último grito del ave. El alarido despunta ante los rayos del sol dando cuenta como la vida persevera y busca imponerse al silencio.
En «pelea de perros», otro de los textos del libro, el paso del tiempo y la memoria refulgen en un diálogo librado por dos ancianos a la sombra de su pórtico, padre e hijo, parecen dos viejos colegas enfrentados por el pasado. Con sorna e ironía, visitan sus años de gloria en el circo para develar la tragedia, el rencor tras un giro que expone la inquina del animal de dos patas.
En cuanto al relato que da nombre al libro «El ángel con espada», este nos presenta las hazañas de un matador, cuya épica expone un maridaje entre el Eros y el Tánatos. El texto transita entre la mofa a la muerte, el trabajar con ella codo a codo, sufrir la gloria y gozar el extenuante amor de las masas ante la fragilidad de la suerte.
Relatos anticlimáticos cargados de humor negro, exponen los peligros familiares que encierra la tecnología, somos cómplices de misterios sin resolver, viudas que escapan de la escena mortuoria, compañeros de ruta que abrazan el travestismo y ciudades arrasadas por fuerzas de la naturaleza, muros de ceniza y una polvareda que parece regocijarse ante su paso depredador.
Los textos del libro conjugan la dosis exacta de fantasía, tensión y picardía. Como diría Julio Ramon Ribeyro: «La historia contada por el cuento debe entretener, conmover, intrigar o sorprender, si todo ello junto, mejor».
Carrizales logra estos efectos con soltura. El ángel con espada y otras muertes emana del genio de un escritor que nos ha deleitado con sus traducciones, poesía y fotogramas. En esta oportunidad, su talento narrativo nos lleva por diversos pasajes del espíritu humano en un valiente acercamiento literario, que demuestra como la muerte es un hilo conductor que el escritor todavía puede interrogar. Carrizales explora, ensaya y fabula, y nos convoca a mirar los múltiples rostros de la finitud.
Por Daniel Rojas Pachas
Entre nosotros de Ronnie Camacho Barrón
“El fin del mundo siempre está a la vuelta de la esquina”, ese, es lema del Buró dePrevención Profética, la