Estampas de una guerra sin nombre

Hermann Bellinghausen * Cual aves de mal agüero los policías entran a los cafés. Se ponen anchos, como los zanates en los parques. Ocupan espacio con sus chamarras y chalecos antibalas. A los presentes les entran ganas de cambiar de rama, bajan la voz, aguantan vara. Unos mejor se pasan a otra fonda.    Las […]